Encuestar es platicar; hacer preguntas, escuchar las respuestas y registrarlas. Un buen conversador, hace un magnífico encuestador. Tal es el caso de Doña Lupita Castro, mi encuestadora número 5.
Ser la número 5, significa que Doña Lupita nos ha acompañado desde la época en que hacíamos encuestas casa por casa, pasando luego a las telefónicas en nuestros callcenters, y finalmente a las realizadas desde sus domicilios, privilegio de los encuestadores más experimentados y confiables.
Era difícil rechazar una encuesta de Doña Lupita. Su dulce voz, como toda su personalidad, inducía a la aceptación.
Ayer recibimos una llamada de Doña Lupita. Con la amabilidad y ternura de siempre, nos dijo que seguía un poco delicada de salud y que esperaba pronto volver a encuestar, porque disfrutaba mucho su trabajo, pero que pensaba que no sería tan pronto.
Hoy nos informaron que Doña Lupita Murió. Hoy sabemos que ayer llamó para despedirse; que vino a checar tarjeta de salida en SABA CONSULTORES, porque debía checar tarjeta de entrada… ¡al Cielo!
Salvador Borrego, Ph.D.
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