AMLO ha sido el personaje político mexicano central de este siglo. A lo largo de estos casi cinco lustros, he escuchado decir, en conversaciones personales, que es un misógino, malagradecido y pendejo.
Lo relevante de lo anterior es que las expresiones anteriores no las escuché de conservadores de derecha, sino de militantes de Morena, que ahora disfrutan las mieles del poder y gritan a voz en cuello “es un honor estar con Obrador”, pero yo creo que en su fuero interno, lo siguen considerando misógino, malagradecido y pendejo.
Lo anterior viene a cuento por el lapsus linguae o acto fallido de ayer de Claudia, al afirmar que AMLO llegó al poder por ambición personal. Es claro que de inmediato corrigió, no fue eso lo que quería decir. Por supuesto que no lo quería decir, pero vale la pena considerar el siguiente concepto de Sigmund Freud:
Según la teoría psicoanalítica, “los actos fallidos son actos sintomáticos: el sujeto, por la influencia perturbadora de ideas o deseos inconscientes, expresa involuntariamente, de forma figurada, lo que en realidad intenta callar y encubrir”.
Dicho de otro modo, no podemos descartar que, también Claudia entre otros “fieles” a AMLO, en su fuero interno piense que AMLO es puro pájaro nalgón.
Pronto lo sabremos; decía Don Jesús Reyes Heroles que “a los hombres se les conoce en el poder”. Deberíamos agregar que, a los cercanos a esos hombres, se les conoce cuando su jefe político pierde el poder, y AMLO ya lo está perdiendo.
Salvador Borrego, Ph.D.
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