Quienes han seguido nuestros estudios de opinión pública, son testigos de que nuestras estimaciones dan una muy amplia ventaja de Claudia sobre Xóchitl. Consistente y reiteradamente, hemos hecho la observación de que, para fines electorales, la estimación de Claudia está inflada, porque su mayor fortaleza consiste en los sectores marginados beneficiarios de los programas sociales, que son proclives a la abstención.
Gracias a una inteligente observación de uno de ustedes que siguen nuestras emisiones, hemos corroborado que la distribución de edades de quienes responden nuestras encuestas, no se corresponden de manera razonable con la distribución de edades que reporta el INEGI.
En nuestras muestras los mayores de edad están sobrerrepresentados y los jóvenes están subrepresentados. Por consecuencia hay un sesgo por edad que favorece a Claudia, porque los mayores de edad la apoyan más.
Detectado el problema hemos procedido a su solución, que es relativamente simple: dado que finalmente tenemos muestras aleatorias de los diferentes grupos de edad, aunque no en la proporción correcta, podemos corregir el sesgo por edad generado, dando a cada estimación para los diferentes grupos de edad, el peso que les corresponde de acuerdo a los datos del INEGI.
A partir de nuestra siguiente medición, presentaremos los valores sin corregir el sesgo por edad (como lo hemos venido haciendo) y también presentaremos la correlación de fuerzas corrigiendo el sesgo por edad.
Previsiblemente la corrección del sesgo generará para Claudia valores más bajos, y en consecuencia la ventaja de ella sobre Xóchitl se reducirá. El martes veremos cómo se modificarán nuestras estimaciones.
Salvador Borrego, Ph.D.
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