Los resultados de este día muestran elementos de interés como el efecto del triunfo de Felipe de Jesús Cantú en la contienda interna del PAN. No obstante, las condiciones positivas que arroja esta situación para Acción Nacional posiblemente son temporales y resultado del júbilo partidista.

La designación oficial de Felipe parece generar un efecto de cohesión dentro del PAN que a la vez fortalece hipótesis previas acerca de la posible división interna del partido y una inconformidad generada a raíz de que los sectores tradicionales del mismo creían con seguridad que Margarita Arellanes sería la candidata.

Los movimientos más contundentes de este día son la alerta positiva que presenta Felipe de Jesús en el indicador Top of Mind o intención de voto de manera espontánea e intención de voto de candidato con partido, donde, de manera vigorosa, se cohesionan los sectores tradicionales del PAN que habían migrado con Fernando Elizondo.
Estos grupos sociales son: quienes viven en San Pedro, más de 15 años de estudios, quienes votarían por el PAN, quienes no tienen problemas para solventar su situación económica y quienes desaprueban la labor del gobernador Rodrigo Medina.

Esta hipótesis también se fortalece al observar que Fernando Elizondo se debilita cada vez más presentando deterioros en intención de voto y Top of Mind ya que debido a que no había afinidad con Arellanes muchos sectores le habían perdonado el partido de izquierda, pero ahora que Felipe es el candidato, ese capital político inconforme regresa a las filas del PAN.

En intención de voto por partido también se refleja este escenario ya que el PAN presenta una alerta positiva impulsada por grupos sociales tradicionalmente afines al partido.

Por otro lado, el Bronco sigue avanzando logrando seducir y sumar a su capital político a los militantes de partidos considerados satélites o minoritarios en el Estado. A él lo benefician en intención de voto: quienes votarían por el PRD y quienes votarían por el PANAL.

En este día el PRI es el más afectado ya que presenta deterioros junto con Ivonne Álvarez en intención de voto de candidato con partido y en intención de voto por partido, además de una alerta negativa en la aprobación del gobernador.

Estos deterioros deben considerarse indicadores de peligro para el PRI e Ivonne Álvarez ya que el caso de Margarita Arellanes nos mostró que a pesar de estar en una posición privilegiada y de relativa ventaja esta condición puede revertirse en un periodo corto y por factores que no se consideraban importantes.

Confiarse en una campaña con propuestas vagas y poco definidas podría costarle la gubernatura al Revolucionario Institucional.