Continúa la parálisis a pesar de que esta semana se vio desfilar en los diferentes medios una lluvia de propuestas de todos colores y sabores; aun así ninguno de los candidatos parece mostrar una ventaja sobre otro o tomar impulso; lo único que aumentó fue el porcentaje de quienes dijeron no votarían por ningún candidato y ningún partido.

El concepto de lo políticamente correcto ha inundado todos los ámbitos de la vida pública y esta campaña no parece ser la excepción. Abiertamente los candidatos se mantienen al margen de hacer cualquier crítica directa a otro o confrontarse, posiblemente por miedo a que se considere guerra sucia, aunque esto es una postura que huele a hipocresía, porque si se está dando una guerra subterránea en las redes sociales, y posiblemente esto sea lo que está aumentando el nivel de personas que no quiere votar.

Los candidatos y sus respectivos partidos recurren al uso de las redes sociales como alternativa a la confrontación directa, el problema es que esto no le está redituando a nadie. Los “memes”, dibujos o fotografías que buscan burlarse o denigrar a un candidato son impulsados por militantes de todos los partidos. Las redes han abierto un mercado nuevo, el de las compañías que brindan servicios de “bots”, perfiles falsos de redes sociales enfocados en atacar a candidatos rivales y promocionar a quien los contrató, mientras públicamente no se tocan ni con el pétalo de una rosa. Es fácil identificar estas prácticas, pues aparecen como “anuncios” en Facebook, lo que significa que hay dinero detrás y una organización, no es algo espontáneo o creatividad individual.

El gobernador presenta deterioros el día de hoy en su aprobación, lo que significa que hay oposición vigorosa, aunque parece no favorecer a nadie y podría estar tentada por la abstención. Se ha pasado de un extremo al otro, de la guerra abierta al silencio que engaña con ser sincero, mientras se paralizan las preferencias porque nadie quiere ser el primero en lanzar alguna consigna que pueda verse provocadora o políticamente incorrecta.

Ningún personaje opositor ha cuestionado agresivamente al gobernador ni al gobierno en turno, lo que está volviendo insípida la elección. La misma oposición busca descafeinarse para buscar simpatías, aunque está logrando lo contrario.