-Jaime Rodríguez Calderón “El Bronco”: la debacle.

No recuerdo en la historia reciente del país alguna figura política que haya causado tanta esperanza, seguido de una caída tan fuerte, como el caso del Gobernador de Nuevo León, en especial en un periodo tan corto.

La caída del Bronco refleja el dinamismo de la información que lo hizo ascender en el escenario político y que, al parecer, al mismo tiempo lo lleva a probar el polvo del rechazo colectivo, ya que obtiene un 76.5% de desaprobación y sólo un 19.3% de aprobación. Además, en un escenario hipotético si se repitiera la elección, sólo un 7% votaría por él.

Si algo ha quedado claro es que la vía independiente puede generar tantos malquerientes como simpatizantes, es una plataforma y no una solución, es balsa y no destino.

El Bronco obtiene valores récord en desaprobación y aprobación con alertas negativas.

La tenencia y el aumento al impuesto predial parecen generar estos fuertes deterioros, y figuran entre lo más presente en la mente de los ciudadanos, como se observa en la Encuesta. En seguridad pública, El Bronco obtiene alertas negativas en sus calificaciones bajas y altas. Nuevamente, en los hipocentros aparecen los más desfavorecidos: quienes ganan hasta 2 mil 400 pesos mensuales.

El Bronco no es ni el alazán de los ricos ni el rocío de los pobres, es el verdugo de ambos. A los más ricos los traiciona con el tema de la tenencia y a los más pobres los castiga con el tema del predial. Decir que quienes tienen carro y deben pagar tenencia son los más favorecidos, es ignorar que muchos profesionistas pagan sus vehículos a crédito con mensualidades pequeñas.

A pesar de que los diputados aprobaron el tema de la tenencia, lo hicieron a pedimento explícito del Gobernador, quien dijo estar dispuesto a asumir ese costo político.

El tema del predial es igualmente complicado, ya que los municipios se ven en una situación precaria al recibir chantajes y largas para obtener los recursos del Estado.

Recientemente trascendió ante medios el caso de San Nicolás, donde el Estado se negaba a darles los recursos correspondientes y obligatorios sin ninguna razón específica o concreta de por medio, sólo por voluntad a negarse. El Alcalde Víctor Fuentes obtiene una alerta positiva en su evaluación mientras El Bronco se deteriora con una alerta negativa en San Nicolás, sugiriendo conciencia del tema.

A pesar de que los alcaldes presentan una alerta negativa en desaprobación, el malestar parece concentrarse en San Pedro, donde Mauricio Fernández -en una actitud similar a la del Gobernador- dictamina el aumento al predial. Parecen ser las formas las que enardecen a los ciudadanos, no el objetivo de los recursos.

Se rumora que desde el Gobierno estatal se condicionan los recursos municipales con la intención de frenar o impulsar políticamente a los alcaldes, situación que a corto plazo genera la necesidad de elevar el impuesto predial.

Es una debacle anunciada y aceptada por el mismo Gobernador; el acto de arrogancia ante el Congreso le ha costado el mayor golpe político en lo que va de su administración.

Ni Medina, ni la tenencia, ni reducción de inseguridad o de corrupción.
Los ciudadanos perciben las movidas recaudatorias como un acto de corrupción, pues la percepción de este problema como prioritario en el Estado obtiene una alerta negativa.

Malas circunstancias para algunos presidentes municipales y pésimas para el Gobernador.