El tripartidismo se solidifica, mientras problemáticas del pasado continúan siendo un riesgo latente para la percepción del gobernador; inseguridad obtiene números favorables.
Las recientes lluvias reflejan que hay siempre un peligro inminente con los fenómenos meteorológicos en relación con las vialidades de toda el área metropolitana, ya que a medida que se intensifican las lluvias, naturalmente se incrementa la percepción de los baches como problema prioritario del estado.
Los planes de respuesta ante el deterioro vial son complicados de articular, principalmente porque son muchas las vialidades afectadas y porque a pesar de los planes de rehabilitación vial, estas “deformidades” tienden a resurgir por más esfuerzo que hagan las autoridades. A pesar de que se incrementa la percepción de los baches como principal problema del estado, no parece tomar mayor relevancia por el momento para el gobierno del estado, aunque sí parece impactar al alcalde de Monterrey, Adrián de la Garza, quien se deteriora en su evaluación.
Posiblemente al ser la cabeza del municipio más importante del estado, es quien paga los platos rotos de esta problemática, ya que la mayor parte del tráfico vehicular se concentra en este municipio, todo a pesar de haber lanzado un amplio programa de rehabilitación.
En contraste con la advertencia negativa de Adrián de la Garza, los alcaldes de Guadalupe y San Nicolás se fortalecen vigorosamente con alertas positivas.
La simpatía partidista es la que tiene un movimiento dinámico importante, ya que PRI y PAN se deterioran con advertencias negativas, dejando ahora 3 opciones con una similitud de fuerzas, los partidos “tradicionales” y las opciones independientes.
A pesar de este tripartidismo, no presentan ninguna de estas opciones vigor en cuanto a las simpatías que generan en la sociedad, ya que se reacomodan las fuerzas no por un dinamismo positivo o emotividad social, sino por el desencanto, ya que ambos partidos tradicionales se deterioran.
Los ex gobernadores Rodrigo Medina y Natividad González Paras se deterioraron fuertemente en “peor político”, mientras que El Bronco lo hace con una advertencia en “mejor político”.
El resultado con catapultar a la opinión publica constantemente el tema de los ex gobernadores ya parece generarle un capital político negativo al Bronco, por ser temas puramente mediáticos, ya que insisten en articular denuncias en su contra pero con esterilidad de resultados.
Por el momento los alcaldes son los protagonistas del fortalecimiento ante sus electores, mientras que el gobernador echa mano de recursos mediáticos para poder sacar a flote su popularidad en declive.