Nunca, en todos los años que llevo escribiendo, me había ocurrido que algunos de mis pocos lectores preguntaran sobre lo que escribí de un tema.

Ocurre ahora, con relación a la elección interna del PRI.

El PRI es el partido para el que más he trabajado. Tengo del PRI y de los priistas la opinión que genera el trato cercano, no la que genera la propaganda con sus infumables generalizaciones.

El resultado de la elección fue el único que podía esperarse. Siempre el discurso de unidad vende más que el de la división. Y en una elección tan acotada, las líneas de control desde el poder de los gobernadores priistas era garantía de triunfo para Alito.

Aplaudo la decisión de Ivonne y de Ulises de permanecer en el PRI. Lamento que Narro renunciara.

Creo que Alito hará un buen trabajo. Que se refieran a él como Amlito, es el precio que deberá pagar por aplicar la estrategia taimada que el PRI debe hacer frente a AMLO.

Una estrategia que le permitirá sobrevivir en primera instancia, avanzar de la mano de Morena cuando se haga necesario, a veces a contrapelo de su voluntad, y ser la alternativa de confianza por si las cosas se le complican mucho a AMLO y a Morena, y se ven forzados a entregar el poder.

Por algo no había querido escribir sobre esto, ja ja.