El absurdo mundo de lo políticamente correcto, establece que uno no debe hablar mal de sus competidores.
Yo procuro no hacerlo, pero no por complacer a los exquisitos modernos, sino por que me da pereza (güeva para los ilustrados), pero a veces no puedo evitar señalar los absurdos, como el que ahora refiero:

 

Resulta que GEA ISA acaba de publicar una encuesta, que le da a AMLO una aprobación de 39% y una desaprobación de 58%. Con toda seguridad mañana Don Ciro Gómez Leyva y otros comunicadores, le darán amplia difusión a este supuesto desplome de la aprobación presidencial.

 

A mis amigos detractores de AMLO les informo que esto es falso, que no se emocionen. A mis amigos enamorados de AMLO, que me acusan de odiar a AMLO, también les digo que es falso, que no se preocupen.

 

Veamos: GEA ISA tomó como base para hacer su encuesta a los usuarios de internet, que es un grupo medianamente hostil a AMLO, pero eso no es lo más grave. Lo grave es que las fortalezas actuales de AMLO están entre las personas con menor escolaridad y menores ingresos, esto es, la encuesta de GEA ISA no tomó en cuenta a los que apoyan a AMLO.

 

En consecuencia, en vez de encontrar una aprobación de 60%, que es justo lo que trae actualmente AMLO, encontraron 39%, esto es, lo cepillaron con 21 puntos porcentuales.

 

Es probable que efectivamente los de GEA ISA estén medio tarolones, pero también es posible que en contra de AMLO se esté formando un frente de encuestadores, que en su condición de voceros oficiosos de la opinión pública, busquen influir en los indecisos para ponerlos en su contra y en contra de Morena, bajo el principio filosófico de que: a dónde va Vicente, a donde va la gente.