Nada es eterno, como diría Gustavo Adolfo Becker: ah barro miserable, ¡eternamente no podrás ni aún sufrir!

 

Pues bien, AMLO cifra sus esperanzas electorales en que a los mexicanos todavía nos dure el coraje contra priistas y panistas. ¡Toda una apuesta! Pronto lo sabremos, para eso tenemos monitorizada la vida política nacional. No adelantemos vísperas.

 

Pero destacamos una apuesta interesante, en el marco de la tragedia por los muertos por COVID y por los muertos de la inseguridad, que pudieron ser menos, si AMLO los hubiera enfrentado sin sus traumas y sin sus fantasías. El presidente sonríe, disfruta del caso Lozoya, al tiempo que los mexicanos lloramos a nuestros muertos.