La güeva de la discusión pública.

 

Estoy en modo güeva, tirado en un camastro frente al mar en Mazatlán; quizá debería estar en la Isla del Padre, pero los gringos decidieron hace años que soy un bad hombre, y ya no me dejan pasar.

 

Me había propuesto no escribir durante estos días, pero me llama mucho la atención la discusión sobre la clase media, porque da la impresión de que se pretende, por parte de AMLO y sus fieles, que son un grupo diferente a ellos, cuando en realidad lo que vivimos es la confrontación entre clasemedieros y no representa ninguna novedad.

 

La lucha política se da entre las clases medias.

 

Los que están en la extrema pobreza (20% con ingresos abajo de 2400 pesos mensuales, según mi encuesta nacional), están en el nivel de supervivencia de acuerdo a la pirámide de Abraham Maslow; para ellos la vida es respirar, comer, descansar y ejercitarse sexualmente cuando se pueda. Con todos los problemas del mundo, apoyan siempre a las figuras de poder. Por eso EPN por lo común mantuvo ese piso de 20% en su aprobación.

 

El otro extremo es casi inexistente en México. Los asquerosamente ricos representan menos del 0.5% (de acuerdo a mi última encuesta nacional) y coinciden con los miserables en que también apoyan al gobernante en turno, al menos de dientes para afuera, y también por temor, en el caso de los miserables de perecer por inanición y en el caso de los ricos a perder su condición extrema de privilegios.

 

Todo lo demás es clase media. Esto es, 80% de los mexicanos somos de clase media. La clase media baja representa 35% (ingresos de 2400 a 5000 pesos mensuales, según mi encuesta). Estos reciben apoyo directo de AMLO, que les sabe a gloria mientras no se den cuenta que se los chingaron con el Seguro Popular y las Estancias Infantiles, entre otras cosas.

 

20% de extrema pobreza y 35% de clase media baja, igual a 55% (¿les recuerda algo como la aprobación a AMLO?).

 

Finalmente, compañeros, el restante 40 o 45% de clasemedieros nos andamos partiendo la madre. El pinche clasemediero más emblemático y grotescamente aspiracional es el propio AMLO, y de ahí pa’ rriba, pa’ bajo o pa’ los lados, pero siempre en la honrosa o deshonrosa medianía; en la inteligente y crítica o pendeja medianía; en la clase dorada de la rebelión triunfante de los pendejos o en los que habrán de rescatar a México de la irracionalidad actual (muchos de los cuales son de la 4T, ja, ja, el próximo abrazo de Acatempan será entre los líderes de fuerzas hoy encontradas).

 

Ahí la dejo compañeros, con un apunte final. Sí hay muchos sectores despreciables entre las clases medias ilustradas, y estos son los que teniendo una responsabilidad de ética profesional y compromiso con este pobre país que les permitió estudiar en las mejores universidades del mundo, se queden callados la boca, como la Chacha Micaila, ante las barbaridades de AMLO. Me refiero a las sociedades académicas de estadísticos, matemáticos, sociólogos, psicólogos sociales, economistas, psiquiatras, etc.)

 

Hasta pronto compañeros. ¡Me reintegro a la güeva!

 

saba@sabaconsultores.com