Un poco de publicidad.

 

Difundir la cultura es un acto noble, pero no siempre desinteresado. Los elementos culturales adquiridos inducen inevitablemente preferencias y decisiones de compra.

 

Ahora bien, aunque siempre serán admirables aquellos que se esfuerzan y entregan parte de sus vidas y haciendas por el bien material o cultural de otros, soy de la idea de que no es necesariamente condenable tener intereses en todos los órdenes de nuestras vidas, en particular en el amor, el ejercicio profesional y la política, salvo que los propios intereses sean deleznables.

 

En mi caso particular, tengo años difundiendo la Cultura Estadística, bajo la idea de Gabriel García Márquez de que: “cultura es el aprovechamiento social de la inteligencia humana”, porque considero que si mis clientes potenciales lograran entender qué chingados es la estadística, yo tendría más clientes. Creo incluso que si los políticos entendieran lo que mis Monitoreos y Cartas de Navegación les ofrecen, la demanda de servicios rebasaría brutalmente mi oferta como SABA CONSULTORES. Por ello, para cuando eso suceda, ya tengo resuelta la situación de reconvertir tecnológicamente, de inmediato, a todas las casas encuestadoras que se vean presionadas por ofrecer a sus clientes Monitoreos y Cartas de Navegación Política; un escenario bastante improbable pero, finalmente, mi chamba es la previsión.

 

Por otra parte, tengo la convicción de que cada alcalde o gobernador que me contrata, lo hace porque quiere, sobre la base de conocer los pareceres de sus Muchachas, complacerlas hasta donde den sus posibilidades presupuestales, o al menos tener la sensibilidad de explicarles bien, usando la persuasión, de porqué algunas cosas no se pueden. Alguna vez dijo Enrique Peña Nieto que: “Ningún presidente se levanta pensando cómo joder a México” y yo estoy totalmente de acuerdo, y agregaría que los gobernantes que siguen puntualmente el parecer de sus pueblos, de sus Muchachas, no solo no las quieren joder, sino que también están obsesionados por complacerlas. Y esto, la Muchacha lo sabe; por ello cuando hacemos la pregunta: ¿Si usted pudiera platicar con su Alcalde, Gobernador o Presidente?, una respuesta muy común es: “que tome en cuenta la opinión pública”.

 

Es claro que aquí también se aprecian mezclados los nobles propósitos de gobernar bien, con el interés de mantenerse en el poder como persona o como grupo político o de interés (cuando hay de varios partidos), pero esto es legítimo en una democracia.

 

Es claro que esto último tiene como etapa final los procesos electorales, que son principio y fin en la lucha por el poder, dado que a final de cuentas la mejor propaganda que se puede hacer, y las más legitima y letal, es gobernar bien.

 

Volvamos a la triste realidad. Las pinches encuestas seguirán vigentes, porque son buscadas por la mayoría de nuestros políticos como propaganda. No buscan complacer a la Muchacha sino engañarla, para seducirla y luego tratarla mal.

 

Por eso es importante que la Muchacha tenga elementos de Cultura Estadística, para que no la engañen con encuestas amañadas; cuando este recurso de propaganda deje de funcionar, mis Monitoreos y Cartas de Navegación Política iniciarán su época de esplendor. Yo ya estaré muerto para entonces, pero: ¡chingue a su madre!

 

saba@sabaconsultores.com