Hoy por hoy, la Muchacha prefiere a Marcelo Ebrard.

 

La carrera por la presidencia de México para el 2024 está en curso. Los dioses del Olimpo Político mueven sus piezas, ampliando o restringiendo posibilidades a los diferentes prospectos, dejando por lo común un breve espacio al libre albedrío de la Muchacha. Es el breve espacio de la democracia.

 

Lo maravilloso de todo esto, es que, aún siendo un breve espacio, a final de cuentas los Dioses de la Política deben lograr, de algún modo, no pocas veces inconfesable, que la Muchacha oriente su decisión de acuerdo a sus intereses, y a veces les falla.

 

En ese breve espacio cobra relevancia la opinión pública, que va cambiando conforme se acerca el día de la elección. Conocer las preferencias electorales y sus variaciones, es el quehacer de las encuestas; realizar esta tarea con una mayor precisión, abriendo un espacio relevante a la previsión de riesgos y oportunidades, es la contribución de mis Monitoreos y Cartas de Navegación Política. Debo confesar que mis clientes son por lo común esos dioses, o al menos unos semidioses, pero que, en ocasiones especiales, como ahora, juego a la libre.

 

Pues bien, ¿qué podemos anticipar a esta distancia de la elección del 24? Que, de no modificarse sustancialmente las cosas, el próximo presidente será Marcelo Ebrard. Veamos porqué:

 

  1. Cuando no están definidos los candidatos, el mejor indicador es el Top of Mind (intención de voto de manera espontánea) porque no descarta a ninguno de los posibles.
  2. A pesar de que AMLO muestra una clara preferencia por Claudia Sheinbaum, el lunes por la noche registró 0% en el Top of Mind.
  3. En contrapartida, Marcelo Ebrard registró un valor récord de 7.7%.
  4. Si vemos el tracking del Top of Mind, no solo se aprecia la ventaja de Ebrard, sino también el dominio que ha tenido desde febrero del 2020 por lo menos.
  5. Si observamos la tabla del Top of Mind, el único con una estimación  (5.2%) superior a su margen de error (2.1%) es Ebrard.
  6.  Todos los demás tienen márgenes de error iguales o mayores que sus estimaciones, significando esto que no superan a todos los no mencionados, como usted mismo, si es que tiene aspiraciones presidenciales.
  7. Significa lo anterior que Ebrard podría decir, como el maestro Cagancho cuando le preguntaban qué torero era mejor después que él; la respuesta era: “Hombre, después de mi nadie; ahora bien, después de nadie, están fulano, sutano y perengano”.
  8. A decir verdad yo también podría decir lo mismo respecto de los encuestadores, ja ja.

 

Así las cosas, compañeros. ¡Hagan su juego!

 

saba@sabaconsultores.com