Si no te quieren como tú quieres que te quieran, ¿qué importa que te quieran?

Amado Nervo.

 

Como diría José Alfonso Peralta, La Muchacha dejó a AMLO «abrazado de un poste, esperándola y nunca llegó». No llegó a la Consulta Ciudadana, a pesar de que la convocatoria del propio AMLO y los Morenos fue tan estruendosa, que llegó hasta los confines de ultratumba, y como el Jarabe Loco hasta a los muertos resucitó; salieron de sus sepulturas y acudieron a las mesas de votación en una cantidad ¡superior a los 5000 muertos! ¿No que AMLO era un Falso Mesías, como dijeron los de The Economist?

 

Es el segundo momento que evidencia que la relación de AMLO y la Muchacha no está muy consolidada. La anterior fue la rifa del avión, cuando no se vio ni el agradecimiento ni la reciprocidad de quienes reciben dinero de AMLO, en la venta de cachitos de 500 pesos.

 

La Muchacha quiere a AMLO, pero no le cumple; a la hora buena se le hace rosca y no le ofrece las mieles de su amor.

 

Por lo pronto, de algún modo que quizá nunca lo sabremos, se empezaron a mover las fuerzas y le tumbaron a su presidente del TEPFJ, José Luis Vargas, por andar de obsequioso con el presidente. Y, como consecuencia, el otro alfil de AMLO, el presidente de la corte Arturo Saldívar, ante la inminencia de un madrazo por parte de sus pares, ha declarado que no aceptará el regalo de AMLO de extender por dos años su mandato.

 

En resumen, la lectura de que la fortaleza de AMLO no es tal, pareciera estar animado a otros poderes políticos a actuar con mayor firmeza, a no sentirse tan azorrillados por el presidente.

 

Se le complican las cosas a AMLO, y se le van a complicar más, cuando se hagan las alianzas entre sus adversarios y los sectores sensatos de Morena.

 

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