¡Felicidades, queridos Chairos y queridos Fifís!

Como muchas veces se ha comentado aquí, mi chamba es advertir riesgos. A los gobernantes, a los candidatos, que algún tema o alguna pendejada que hicieron les está empezando a costar en su popularidad o en la correlación de fuerzas, justo para que se apliquen, calibren bien el tema que los amenaza, y tomen las decisiones que eviten los desgastes. Cuando lo hacen bien y a tiempo, salen incluso fortalecidos.

Es claro que los gobernantes y candidatos pendejos no disfrutan ser mis clientes; algunos me acusan de soberbio e irrespetuoso, y prefieren contratar a encuestadoras que les dicen que van con madre, y hasta les cobran poquito porque hacen encuestas automatizadas de muy bajo costo y menos utilidad, pero que les generan felicidad a los clientes.

En resumen, como en aquella idea de “los niños con los niños, las niñas con las niñas”, en este asunto los pendejos con los pendejos y los inteligentes conmigo, ja, ja; aunque visto desde el punto de vista comercial y económico, los encuestadores pendejos son unos genios, más chingones que los pícaros de la Edad Media, y el pendejo soy yo, ja ja. ¡Ni modo!

Aclarado lo anterior, estoy feliz, feliz, feliz, porque un riesgo que advertí se conjuró (se evitó el daño), y fue precisamente el riesgo de que ayer, en las marchas relacionadas con la consulta revocatoria del próximo domingo, justo para promover unos la participación y otros la no participación; donde coincidirían en tiempo y espacio los anti y pro AMLO, los Chairos y los Fifís, éstos se confrontarán de manera directa y tuviéramos hoy qué lamentar agresiones mutuas y posibles muertos y heridos.

Gracias a Dios no hubo nada que lamentar, los grupos nacionales, ideológicamente antagónicos, dieron una encomiable muestra de civilidad, de respeto, de tolerancia mutua. Hasta un intercambio de mentadas de madre, como signo de antagonismo, se entendería como un signo alentador.


Ahora bien, ¿a quién beneficia que la desgracia posible no se haya materializado? En mi opinión beneficia a México, porque indica que los locos de uno y otro lado, tienen menos influencia en las huestes polarizadas, que la que desean o pretenden. ¡Se abre la esperanza a una futura racionalidad gubernamental!

En otro tema, hoy mediremos de nuevo. La semana pasada la Muchacha andaba enloquecida con AMLO y sus Morenos, y éstos, sabiéndose incondicionalmente amados, hicieron añicos el orden constitucional durante el fin de semana, promoviendo ilegalmente la ratificación, que algo tiene de ratería; seguramente confiados en que la Muchacha les deja pasar todo, que el amor no juzga, que todo lo perdona, sobre todo si le dejan sus centavitos en el buró (mesa de noche).

Mañana les diré lo que dice la Muchacha.

Libertad, igualdad, fraternidad y racionalidad.