AMLO, mi Antihéroe favorito.
En el dixit del 21 de julio pasado, comparé a AMLO con un Antihéroe. Decía entonces lo siguiente:
“Nuestro presidente, por decisión propia, es un héroe; el bronce lo espera para poblar de estatuas el suelo patrio, y quizá lo veremos hasta en otros países.
“La única duda que me queda sobre el futuro heroico de AMLO, es que cada vez se parece más a otra figura de los cuentos de monitos, conocidos como antihéroes. Son idénticos a los héroes en cuanto a sus nobles y elevadas intenciones, pero se diferencian porque los resultados que obtienen son desastrosos. Queriendo ayudar a la humanidad hacen un reverendo desmadre.”
Hoy vivimos un capítulo más de la antiheroicidad de AMLO. Le va a dar en la madre a muchas organizaciones pías (pías por piadosas, aunque también recolectan aportaciones), pegándoles por el lado de la deducibilidad de las aportaciones que reciben de empresas y otros contribuyentes. Como siempre señalan corrupción, y como siempre en parte tienen razón. Sé, de buena fuente, que hay organismos piadosos de la Sociedad Civil, dirigidos por personas que ganan más de un millón de pesos mensuales, pero también sé de otras que desarrollan una labor rayana en la santidad, y muchos de quienes aportamos lo hacemos sin pedir recibo para deducir impuestos, no nos andamos con chingaderas a la hora de apoyar.
Sin embargo, como siempre, las irregularidades que en todas partes hay, AMLO las va a corregir haciendo su desmadrito acostumbrado con una enorme perdida social, y estamos jodidos, nuestro antihéroe favorito es muy poderoso. Es un estomaguito; todo lo que agarra lo hace caca.
Ante la indefensión, solo nos queda la diversión, y por eso me puse a buscar el perfil psicológico de antihéroes famosos, para ver cuál se parece más a nuestro antihéroe nacional. Sin más preámbulo, les presento a Rorschach, según es descrito en Wikipedia:
“Los pensamientos de Rorschach y sus acciones muestran que es un ser que cree fuertemente en el absolutismo moral, donde el blanco y el negro están claramente definidos y no existe el gris, donde el bien y el mal se diferencian con claridad y el mal debe ser castigado violentamente. Se aliena de la sociedad con el objetivo de realizar estos fines. El mismo Adrián Veidt, otro personaje de Watchmen, describe a Rorschach como «un hombre muy íntegro, pero me da la impresión de que ve el mundo en blanco y negro, en términos maniqueos. Personalmente, creo que es una limitación intelectual importante». Políticamente, es anticomunista, antiliberal y fuertemente nacionalista. Es descrito por Moore como un personaje de extrema derecha política.“
Para que quede más clara la idea, les dejo una de las frases célebres de Rorschach, suscrita a cabalidad por AMLO, sino por sus palabras, sí por sus actos:
“A veces, para hacer las cosas bien tienes que hacer las cosas mal. Estoy dispuesto a hacer esas cosas. Siempre he estado dispuesto a hacerlas.”
¡Báilense ese trompo a la uña!
Así las cosas, compañeros, AMLO es el Rorschach mexicano, o Rorschach es el AMLO de Watchmen. Sea como sea, jodidos estamos.
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