El mejor presidente del mundo.

 

Un día, en un futuro no próximo, la clase política y la intelectualidad entenderán mi modesta aportación al mundo de la demoscópica. Lo digo sin falsa modestia, mi aportación (los Monitoreos y las Cartas de Navegación Política de SABA) que lleva mis iniciales en los registros de derecho de autor, es desde el punto de vista de la Ciencia Estadística modesta, pero endemoniadamente útil, porque permite apreciar con mucha claridad el fenómeno político; en especial derrumbando mitos y fantasías generados por las encuestas, que tanto daño hacen a los actores políticos, y no pocas veces a las sociedades en general.

 

Ilustremos un poco: Si un candidato arranca su campaña con 20% de intención de voto y dos semanas después registra 30% en su segunda encuesta, pensará inevitablemente que se está fortaleciendo, y como consecuencia dará por buenas las decisiones estratégicas y tácticas de su campaña. Pensará que todo va muy bien.

 

Pero si en lugar de medir cada dos semanas se mide cada semana, se tendría que tener una medición intermedia. Si está fuera 25%, entonces la evolución de su fuerza sería 20%, 25% y 30%, y tendría razón en que las cosas van funcionando muy bien.

 

Pero si el resultado de la segunda encuesta fuera 40%, entonces la evolución sería 20%, 40% y 30%, indicando que se está perdiendo fuerza y que en consecuencia se debe revisar, al menos, el esquema táctico.

 

Es claro que entre más mediciones se realicen, con mayor claridad se capta la realidad de un proceso, y que entre menos mediciones se hagan más fantasías se generan; específicamente con relación a la correlación de fuerzas. Esto ilustra la ventaja del monitoreo sobre la encuesta. Muy similar a la idea que nos podemos hacer de una pelea de box con cinco o diez fotografías, en contraste con una gran secuencia de fotografías, que al presentarse a una cierta velocidad nos genera lo que conocemos como video.

 

Para ilustrar el aporte de las Cartas de Navegación Política, consideremos la aprobación de AMLO, que es elevada, al grado que él mismo vive la ilusión de ser el mejor presidente del mundo. Lo interesante aquí es que el criterio para juzgar qué tan bueno es un presidente, es la aprobación global, perdiendo de vista algo que puede ser determinante para no pocos propósitos políticos, en especial para advertir riesgos y oportunidades, a saber, la composición de su fuerza. Esto es, qué tipos de sectores sociales contribuyen más o contribuyen menos para conformar su fuerza global.

 

Para ilustrar lo anterior, a continuación, destaco algunos aspectos que se “leen” en la Carta de Navegación Política más reciente de la aprobación de AMLO, que adjunto:

 

  1. Si observamos la columna del periodo XVIII, que corresponde del 14 de junio al 5 de julio de 2021, la aprobación de AMLO es 61.6%, pero…
  2. En CDMX tiene 43.9%, en Edomex 47.5%, entre los jóvenes de 18 a 25 años 46%, entre quienes tienen licenciatura 50.7%, entre quienes tienen maestría 33.3%, entre los estudiantes 30.4%, entre quienes tienen que gastar de sus ahorros o vender bienes para sobrevivir 38.7% y entre quienes no reciben apoyo de algún programa de AMLO 48.5%. Estos sectores son sus debilidades actuales. Son sus sectores de riesgo.
  3. Por otra parte, en la zona sureste del país lo aprueban el 65.6%, los mayores de 69 años 67.6%, quienes tienen hasta primaria 74.5%, las amas de casa 65.4%, quienes no tienen Internet 66%, quienes tienen que pedir prestado para sobrevivir 71.4%, quienes tienen ingresos entre 2400 y 5000 pesos 65.9% y quienes reciben apoyo económico de algún proyecto de AMLO 74.7%. Estos sectores son sus fortalezas actuales. Son la gente con la que cuenta para sus proyectos políticos.
  4. Entre sus debilidades la única consolidada, pues se ha mantenido como tal siempre, es la de aquellos que no reciben apoyo económico de AMLO.
  5. Las fortalezas consolidadas son la zona sureste del país, desde el 26 de octubre del año pasado; los mayores de 69 años, desde el 27 de enero de este año y los que reciben apoyo económico de AMLO, desde siempre.
  6. En virtud de que la zona sureste y los mayores de 69 años son los sectores que más reciben apoyo económico de AMLO, podemos concluir que quienes más apoyan a AMLO son los que reciben dinero de él, y que quienes menos apoyan a AMLO son los que no reciben dinero de los programas de AMLO.
  7. Por ello es que afirmamos que es inexacta la idea de que “amor con amor se paga”; esto muestra que el amor por AMLO, en general, es amor que se paga con dinero.

 

Lo anterior muestra, sobre todo a la luz de las dificultades que ya se empiezan a notar para mantener esos apoyos económicos, que la situación de AMLO no es confortable.  Quienes lo apoyan dejarían de apoyarlo si ya no reciben dinero y, adicionalmente, sus fortalezas son sectores marginados que pueden ser útiles como carne de cañón en una confrontación política o bélica (no podemos descartar que una vez más los mexicanos nos agarremos a chingadazos), mientras que sus debilidades están conformadas por personas con mayores capacidades económicas y de liderazgo.

 

En resumen, más que vanagloriarse con la idea de ser el mejor presidente del mundo, AMLO debería entender que está parado en un hormiguero.

 

Como puede apreciarse, compañeros y amigos, los temas políticos se ven de manera diferente usando las encuestas convencionales a como se ven usando mis Monitoreos y mis Cartas, pero me queda claro que los políticos y la intelectualidad seguirán haciéndose pendejos con las encuestas, al menos por unos 20 o 30 años más, con excepción de los más inteligentes, que son muy poquitos pero que cada día serán más, y yo los quiero mucho porque son mis clientes.

 

saba@sabaconsultores.com