Gödel: El matemático que nos orientó hacia la humildad.

 

Mi amigo Cruz de León me regaló un ensayo maravilloso sobre Kurt Gödel (1906-1978), de la autoría del Dr. Alfredo Alejandro Careaga de la UNAM.

 

Me remontó a mis tiempos juveniles de estudiante de matemáticas, cuando me asomé a la Prueba de Gödel, un tema que no estaba en el programa de estudios.

 

La matemática tiene como motivación fundamental resolver problemas concretos, para lo cual se ponen en juego la creatividad y la intuición, y se complementa y fortalece con ejercicios tendientes a formalizar los conocimientos adquiridos. Esto último con base en un ejercicio que parte de suponer como verdaderas unas cuantas afirmaciones o proposiciones, que llamamos axiomas. A los conocimientos derivados en el contexto de la lógica formal y sus reglas de inferencia, los llamamos teoremas, lemas o corolarios.

 

Un principio fundamental en la lógica formal o lógica matemática, es lo que llamamos la “ley del medio excluido”, o sea que las proposiciones o afirmaciones, o son verdaderas o son falsas. No hay medias tintas.

 

Pues bien, Gödel demostró que nuestro orgulloso sistema científico, basado en las matemáticas, no agota toda verdad de este mundo.

 

Para ello demostró, construyó, una proposición indecidible, esto es, que no se podía saber si era verdadera o falsa; y demostró además que, si la hacíamos axioma suponiéndola verdadera, entonces nuestro sistema se hacía contradictorio, chimoltrufo, casi casi como AMLO, que como dice una cosa dice la otra.

 

La conclusión más reveladora de la Prueba de Gödel, es que hay cosas que no podremos nunca saber con los recursos de la ciencia. Nos induce a la humildad, y a reconocer que pudiera haber verdades, soluciones a nuestros problemas, que escapan a nuestra comprensión. Nos invita a tener la mente más abierta; condición que han aprovechado con mucho éxito los conspiracionistas, para manipular a quienes abren sus mentes de más, y sabrá Dios qué otras cosas aparte de la mente.

 

Como ejemplo concreto de la influencia de Gödel en mi, recuerdo que el 29 de diciembre de 2003 me buscó un Vidente, con la intención de asociarse conmigo para que mis predicciones electorales nunca fallaran. Me explicó que él tenía acceso a unos ángeles que le decían, de modo infalible, quién ganaría una elección, de cualquier parte del mundo, y por supuesto que buscaba una participación en el negocio.

 

De no ser por Gödel hubiera desdeñado de inmediato su propuesta pero, consciente de que la ciencia no agota todo el conocimiento, le expliqué que mi profesión de estadístico era más modesta, que no pretendíamos infalibilidad, que es común que nuestras predicciones fallen y que nos movemos no en las certezas sino en niveles de confianza; pero que con gusto lo podría exponer públicamente ante la clase política, anticipando sus predicciones en mis publicaciones y contrastándolas con los resultados: “si logras una serie de unas diez predicciones correctas, te empezarán a buscar los políticos y ese será tu negocio” le dije, aclarándole que nada pretendía de sus eventuales dividendos, pues sabido es que no pocos políticos creen más en la brujería que en la ciencia.

 

La primera predicción del vidente fue exitosa, predijo el 2 de enero del 2004, que Javier Corral ganaría la elección interna del PAN.

 

Después sus ángeles se pusieron muy productivos y lanzó siete predicciones más el 3 de junio de 2004:

 

  1. Que el PAN ganaría Durango y ganó el PRI.
  2. Chihuahua el PRI, y así fue.
  3. Veracruz el PAN, y ganó el PRI.
  4. Sinaloa el PAN, y ganó el PRI.
  5. Puebla el PAN, y ganó el PRI.
  6. Aguascalientes PRI, y ganó el PAN.
  7. Que en USA perdería Bush y ganó Bush.

 

En resumen: Se chingó el vidente.

 

Gödel fue víctima indirecta de la polarización generada por Hitler, impactado por el asesinato de un profesor cercano a él, y perpetrado por un alumno suyo enajenado por el nazismo. Desarrolló la paranoia de que alguien lo iba a envenenar y muere de inanición al negarse a comer.

 

Triste final, sin duda, para un hombre que aportó tanto a la humanidad.