Cumbre por la democracia de Biden, sin AMLO.

 

Si alguien afirma que AMLO es demócrata o está muy pendejo, o se quiere hacer pendejo, o es cómplice o beneficiario de su gobierno.

 

La razón fundamental por la que afirmo que AMLO no es demócrata, es porque nunca ha aceptado sus derrotas, pero hay otras como las siguientes:

 

  1. Pretende que sus consultas amañadas son atender la voluntad del pueblo, cuando solo representan la voluntad de sus seguidores, o sea la suya.
  2. Pretende que lo que indican a mano alzada en sus mítines es la voluntad del pueblo, cuando de nuevo es solo su voluntad.
  3. Usa encuestas para imponer a los candidatos que a él le da la gana. Sus propios correligionarios se quejan de esas encuestas, y uno de los más afectados por esto es Ricardo Monreal, que lucha inútilmente por congraciarse con AMLO para hacerse de la candidatura presidencial de Morena, al tiempo que cuestiona estas encuestas y muestra una actitud racional para congraciarse con los opositores a la 4T.
  4. AMLO no es demócrata. Es un autócrata. Esto es, hace o pretende siempre hacer, exactamente lo que se le hinchen sus güevos.
  5. AMLO no es un demócrata, pero le gusta autodefinirse como tal.

 

Pues bien, AMLO no quiso acudir a la Cumbre por la democracia de Biden, y ni siquiera acudió el otro que lucha por la candidatura presidencial por la vía taimada, que es Marcelo Ebrard. No quisieron ser captados en su lenguaje corporal, poniendo caras de “burro chiquito”, en el momento en que Biden pronunció las siguientes palabras:

 

“Y son estas tendencias que se están exacerbando por dificultades mundiales que son más complejas que nunca y cuyo abordaje exige esfuerzos en común. Con la presión externa de los autócratas, estos pretenden promover su propio poder, exportar y expandir su influencia en todo el mundo y justificar las políticas y prácticas represivas como un modo más eficiente de abordar los problemas de hoy. Así lo venden hoy voces que pretenden atizar las llamas de la división social y la polarización política”.

 

La última frase retrata de cuerpo completo a AMLO. A diario, en sus mañaneras y eventos públicos, atiza las llamas de la división social y la polarización política, generando un daño a México que llevará muchos años reparar.

 

Así las cosas, compañeros. No lucen favorables para AMLO ni el ámbito internacional ni las condiciones nacionales económicas, de seguridad y salud públicas.

 

Digamos que AMLO se ve ligeramente jodidísimo, pero cuenta con el apoyo de una oposición política y social muy pendejas o corrompidas, que lo confrontan de manera frenética favoreciéndolo al fortalecer la polarización, y los más desvergonzados monetizando su activismo político. Esto explica porqué AMLO no tiene que, como dice Biden, justificar las políticas y prácticas represivas como un modo más eficiente de abordar los problemas de hoy”.

 

Para qué reprimir si los opositores son su fuerza, a grado de que Gilberto Lozano, el más feroz de sus opositores, le anda recolectando firmas para su ratificación de mandato.

 

¡Ni modo!