¡En mala lid!

 

Terminó el proceso electoral y quedamos con sentimientos encontrados.

 

En estricto sentido profesional nuestras predicciones fueron de empate técnico entre Adrián de la Garza y Samuel García; esto es, que cualquiera de los dos podría ganar, y ganó Samuel. Adicionalmente, las discrepancias entre nuestras estimaciones y las del PREP, son menores que los márgenes de error.

 

Lo mismo ocurre con las estimaciones de Fernando Larrazabal y Clara Luz Flores, quienes de acuerdo a nuestras últimas estimaciones quedarían en tercero y cuarto lugar, tal como ocurrió.

 

Se confirma de lo anterior que las encuestas telefónicas siguen funcionando muy bien, a pesar de que muchos políticos sigan sin entenderlo.

 

El mal sabor de boca queda por dos actores políticos importantes que, aunque encontrados en muchos temas, coincidieron en favorecer el triunfo de Samuel García: AMLO y El Norte.

 

La intervención reiterada de AMLO en contra de Adrián, se refleja en una tendencia a la baja, que quedó antecedida por una tendencia al alza, después de la reiterada acusación de AMLO contra Adrián, por hacer lo que él siempre ha hecho para mantener su popularidad y poder: apoyar con dinero a los más pobres.

 

El Norte jugó a lo de siempre: tratar de influir a lo largo del proceso manoseando sus encuestas, y solo al final jugar a hacer una predicción adecuada, para vender la idea de que las anteriores también fueron coincidentes. La grotesca encuesta que publicaron después de la asociación de Samuel con El June, con datos previos a la denuncia, pero presentándolos como evidencia de que no le afectó, sino todo lo contrario, es una indebida intromisión documentada por ellos mismos.

 

Una revisión cuidadosa de la evolución de la intención de voto a favor de Samuel, deja ver claro que El Norte fue un puntal, siempre oportuno, para evitar los potenciales derrumbes de Samuel.

 

Otro factor significativo fue la agresión constante de El Norte contra Larrazabal, pues es claro que el mercado de éste y Samuel es el mismo, en particular los malquerientes de AMLO. Un avance de Larrazabal habría impactado negativamente a Samuel. Desde la óptica de la lógica política, debemos felicitar a El Norte, por su innegable efectividad en apoyo a Samuel.

 

Ayer, por cierto, Samuel mintió en entrevista con el Arquitecto Benavides en Multimedios, al afirmar que mi encuesta de salida le daba ventaja a él. Yo ni siquiera hice encuesta de salida, y en el monitoreo que sí hice a lo largo del proceso, el resultado fue empate técnico. Yo estaba en Televisa, y aproveché para responderle, les paso la liga:

 

 

Quizá sea ruda mi respuesta, pero hice lo que tenía que hacer. Ya en el pasado me compliqué con un par de pendejos que llegaron a gobernadores de Nuevo León, y eso me costó 20 años sin trabajo demoscópico en mi estado; tuve que regresar a la docencia y a la consultoría industrial. Espero que Samuel no sea tan pendejo como los otros dos, y si resulta igual o más, pues ni modo, ya veré qué hacer.

 

Finalmente, hoy es el día de la resaca política para los actores perdedores, particularmente los candidatos y sus asesores y estrategas. Ojalá hagan un riguroso ejercicio de autocrítica. Que finalmente entiendan que están llenos de fantasías y pendejadas (las encuestas entre ellas), y que hoy están pagando un elevado precio por ello.

 

Así es compañeros, a final de cuentas la vida sigue, y nos sigue ofreciendo múltiples razones para seguir viviéndola. Yo, por lo pronto, me dispongo a preparar una magna bohemiada de ocho horas, para recorrer la música desde el fara fara hasta la ópera, pasando por Mariachi, Rock y otras yerbas musicales.

 

¡Abur!

 

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