¡Tanto va el cántaro al agua, hasta que se rompe! ¡Sonaron las alertas!

 

Anoche volvimos a medir, y se registraron una cantidad elevada de alertas en nuestro Monitoreo. Dejaré a Aldonza, a Adolfo González, al Druida Fugaz, a Raúl Monter, y a otros del amable grupo de valuadores, las precisiones que se derivan de los hipocentros, para concentrarme en listar las alertas y quizá alguna consideración de orden general. Las alertas registradas fueron las siguientes:

 

  1. La aprobación a AMLO registró una advertencia negativa, al obtener 57.4%, cuando su nivel medio es 64.5%.
  2. La desaprobación a AMLO llega a 33.5% cuando el 27 de enero era 19.9%; representa advertencia negativa y tendencia al alza.
  3. El porcentaje de calificaciones bajas (de 0 a 5) para AMLO, llega a un valor récord de 37.7% cuando el 2 de febrero era 17.6%; es una muy clara alerta negativa y tendencia al alza.
  4. El porcentaje de calificaciones altas, que normalmente coincide con la aprobación, registró 49.8% cuando el 2 de febrero era 64.3%; es un valor rayano en la línea de alerta negativa.
  5. El interés en la política registró 55.2% para advertencia positiva.
  6. La identificación con la alianza PRI-PAN-PRD, registró 14.1% para advertencia positiva.
  7. En el indicador de el Peor Político, EPN registra 10.5% cuando el 5 de enero era 25.9%; es una clara alerta positiva para el ex-presidente. Da la impresión de que, en el contraste con AMLO, se está revaluando.
  8. En el mismo indicador, AMLO registra 13.4% para alerta negativa.
  9. El porcentaje de personas que está recibiendo apoyo de los programas de AMLO, llegó a un valor récord de 50% para alerta positiva. Da la impresión de que la indignación superó al agradecimiento.
  10. El porcentaje de quienes consideran que AMLO debe renunciar registró una serie por encima del promedio, que pasará de 19.2% a 22.5%.

 

Así las cosas compañeros. Como siempre, nunca sabemos qué pasará mañana. Quizá, como tantas otras veces, AMLO se recupere de esta sacudida; he dicho en otras ocasiones que es un hombre muy afortunado; se equivoca mucho, pero sus seguidores le cuentan sus errores como aciertos y a veces como genialidades: ¡Nació perdonado!

 

Pero tampoco podemos descartar que sea el principio de un severo desgaste, por su actitud retadora ante el destino. Cualquier otro presidente ya se hubiera desembarazado de esa hormiga entre las nalgas que representa Félix Le Pew. Don Adolfo Ruíz Cortines, a años luz de AMLO en sabiduría política, ya le hubiera dicho a Salgado Macedonio: ¡Nos chingaron compadre!

 

Nota: en mi cuenta de Instagram pondré todas las gráficas que muestran las alertas.

 

¡Hasta la próxima!

 

saba@sabaconsultores.com