Una esperanza / me alumbra al fin / una esperanza…

 

El epígrafe con que inicia este texto es parte de una romanza de zarzuela, específicamente de Vidal en la Luisa Fernanda. ¡Una esperanza me alumbra al fin!

 

Pues bien, este día AMLO hizo una de las declaraciones más esperanzadoras, más alentadoras. Reconoció que, a pesar de que pueda ganar alguien de su movimiento en las elecciones del 2024, “no hay garantía desgraciadamente de continuidad”.

 

Apenas hace unos días, en el dixit 120, comentaba lo siguiente, que justo empata con ese temor de falta de continuidad que ahora confiesa AMLO:

 

“Pero resulta que los seguidores de AMLO y el propio AMLO tampoco se ven muy contentos. Su discurso se hace cada vez más patidifuso; qué chingados tiene que ver el Pacto Patriarcal con el Pacto por México; sus colaboradores cercanos e inteligentes llevan a cuestas una crisis de conciencia al tener que tragarse tantos sapos, cada vez más grandes y horribles. Tienen que tragar camote además de los sapos ( Y así debe ser  compañeros. Vaya para ustedes una palabra de aliento; aguanten vara, los vamos a necesitar mucho en la segunda etapa de Morena en el poder, en la etapa post-AMLO, que será la más luminosa o menos jodida de Morena).”

 

Así es compañeros, todo indica, y hasta para AMLO no resulta improbable, que los errores terribles de este gobierno habrán de corregirse por el siguiente gobierno, incluso en caso de que sea un segundo gobierno de Morena.

 

Algo deberá estar viendo AMLO en su entorno, como para reconocer el riesgo de que ni los suyos honren su legado. Da la impresión de que, como en el cuento de Charles Dickens, así como el miserable Ebenezer Scrooge, AMLO recibió la visita de los tres espíritus de la navidad, y se ha asomado a sus navidades futuras, en caso de no cambiar su forma visceral de gobernar.

 

Yo nunca le sugiero nada a AMLO. Se que siempre hace lo que le da la gana, pero también se que la vida por lo común le da a cada quien lo que merece.

 

¡Hasta la próxima!

 

saba@sabaconsultores.com