“En un día claro, se ve hasta siempre”; cuando convergen en un mismo punto las fuerzas políticas que nos rodean. El PRI y Chong fortalecidos.
La cita proviene de una película de Barbra Streisand de 1970 y describe perfectamente la dinámica de los resultados obtenidos en este día, ya que convergen diversos factores y circunstancias que nos permiten asomarnos con claridad a diversos aspectos políticos nacionales e internacionales, algo que no siempre sucede, ya que normalmente son registrados los cambios de preferencias en la opinión de los ciudadanos y no un panorama amplio que va al fondo de diversos factores.
Es necesario establecer primero un marco referencial internacional para entender la dinámica nacional:
El gobierno del presidente Enrique Peña Nieto previo al suceso de los normalistas de Ayotzinapa, incrementaba el acercamiento económico con China, país de donde regresaba cuando recién habían ocurrido los sucesos. En ese entonces declaró palabras más palabras menos: “hay intentos de desestabilización en el país”.
A pesar de que en ese momento no fueron comprendidas esas palabras, a medida que pasa el tiempo y podemos establecer una lectura retrospectiva, algunos elementos se hacen más claros. El acercamiento con China es naturalmente una provocación para nuestro vecino del norte, quien tradicionalmente ha ejercido su poder a voluntad con ayuda de algunos gobernantes. Se habían acostumbrado a la abierta “cooperación” de los presidentes panistas y tuvieron su clímax de intervención en el gobierno de Felipe Calderón, estableciendo –formalmente- oficinas bilaterales de cooperación en la rama de inteligencia. Además de esta oficina bilateral, se recibieron cientos de millones de dólares como parte de la Iniciativa Mérida, la cual pretendía fortalecer al estado mexicano en la lucha contra las drogas. Un gesto económico a cambio de la fidelidad.
Con el triunfo del presidente Enrique Peña Nieto, los medios internacionales y empresas transnacionales se llenaron de júbilo con el anuncio de las reformas pues representaba una continuidad de lo que Calderón había hecho en el terreno de la seguridad pública. En la lectura política, esto se interpreta como la generación de un compromiso con la estructura estatal para después entrar de lleno a la vida económica del país, ya con un “seguro” de que el estado sería fiel a sus patrocinadores.
El optimismo pareció irse abajo cuando el presidente y su gobierno tomaron literalmente el término “apertura”, que para los estadounidenses se lee como “solo nosotros”; Peña comenzó a entablar relaciones comerciales con China para realizar diversos proyectos de infraestructura y comercio.
No acababa de enfriarse el café que pudieron haber compartido los mandatarios Xi Jinping y Peña cuando ya se estaba anunciando en medios nacionales la desaparición de los normalistas de Ayotzinapa, el resto es historia. Los acercamientos económicos con Asia se enfriaron y la presidencia se dio a la tarea de entrar en una modalidad de control de daños. Casualidad o causalidad, no lo sabemos, lo que sí está claro es que Ayotzinapa vino a marcar un freno en las relaciones con China a conveniencia de Estados Unidos.
Con el triunfo de Trump el país del norte entra en una dinámica errática e incierta internamente, lo que deja el camino abierto para que México ejerza libertad de relaciones económicas, como recién las ha reavivado la administración de Peña. Con la postura de Trump de echarse para atrás en el TLCAN, México vuelve a ver hacia China, con quien de nuevo se busca entablar relación comercial.
Aterrizando este panorama internacional de tintes geo-políticos, es claro que el PRI se está fortaleciendo vigorosamente con esta reactivación de relaciones comerciales: se reducen las calificaciones bajas del presidente con una advertencia positiva, el PRI obtiene una advertencia positiva en simpatía partidista. El personaje más favorecido en este día es Miguel Ángel Osorio Chong, quien obtiene una alerta positiva en intención de voto de manera espontánea –top of mind- y en” mejor opción para la presidencia “.
Osorio y el PRI son favorecidos por sectores de ingreso alto y empresarios, a la par de que Felipe Calderón se deteriora en su percepción como “mejor político”.
Esta dinámica sugiere que los empresarios del país están comenzando a reaccionar positivamente con el acercamiento de Peña con China, generando esperanzas en el personaje más fuerte del gabinete en la actualidad, el Secretario de Gobernación, quien ha podido lidiar con todas las crisis que se le han presentado, desde la rebelión de los estudiantes del IPN, la rebelión educativa de los normalistas de la CNTE y las protestas de Ayotzinapa.
El deterioro de Calderón apunta a que las élites económicas no quieren saber más del conflicto armado sino de la reconstrucción de sus empresas, pues salió más cara la solución que el problema.
Converge el “cielo claro “: se sugiere el candidato, el partido vigorizado, el desencanto con la guerra contra las drogas y nuestra postura en el escenario geopolítico.