AMLO llega al poder con un saldo a favor incuestionable, mientras la credibilidad de la mayor parte de los políticos que compartieron la contienda con él presentó números rojos. Estas circunstancias pueden leerse desde ópticas distintas; por un lado, hay entusiasmo por lo que será su eventual gobierno, mientras que el aplastante triunfo que tuvo sobre sus contendientes lo hace vulnerable al rápido desencanto de algunos grupos sociales que integraron sus fortalezas de campaña.

 

La estrategia que ha empleado el presidente electo de nombrar a su gabinete antes de tomar posesión, se sugiere es con la intención de mitigar los posibles impactos a su credibilidad en este periodo de transición y no cuando comience a gobernar formalmente. La lógica responde a una forma de comunicación articulada para mitigar los posibles impactos negativos con los nombramientos, al tener todavía un presidente en turno que sigue teniendo presencia y está desgastado en su percepción. Los anuncios anticipados son una forma de vacuna, la cual parece estar siendo efectiva.

 

Un ejemplo de esto es el nombramiento de Manuel Bartlett como titular de la CFE. Personajes cercanos a la campaña de AMLO como Tatiana Clouthier se han mostrado abiertamente en contra de tal designación, pero este sentir no permea en la población como en el círculo rojo, analistas y detractores de AMLO pensarían; no presenta desgaste y presenta una proyección electoral en caso que se repitieran las elecciones de alrededor del 60%.

 

La inseguridad será el factor que posiblemente será el que puede golpear la percepción del eventual gobierno, al ser este tema percibido como el principal problema del país. Se mostraron los primeros indicios en los “Foros de Paz” que se realizaron en Ciudad Juárez, cuando una madre afectada exigió respuesta de las autoridades y no omisión en la aplicación de justicia. Mientras AMLO promueve el perdón como mecanismo de fortalecimiento del tejido social, los familiares de los desaparecidos y/o asesinados exigen justicia. El suceso recordó a uno que vivió el ex presidente Felipe Calderón, cuando la madre de uno de los jóvenes asesinados en el mediático caso de Villas de Salvárcar, también en Ciudad Juárez, le recrimino públicamente por su estrategia.

 

El paralelo con el ex presidente Calderón va más allá del suceso anecdótico; AMLO revivirá la antigua Secretaria de Seguridad Publica, la cual manejó gran parte de la guerra del sexenio calderonista. La integración de grupos mixtos de fuerzas armadas y policiacas recuerda también a los Grupos de Reacción Inmediata conformados en el sexenio pasado. Dicho de otro modo, puede haber alternancia política y nuevas caras con ideas frescas, pero en el tema de seguridad no se puede apreciar ningún viraje significativo más que la misma estrategia con distinta narrativa.