– El Bronco se recupera de la mano de EPN; el combate a la corrupción federal parece beneficiar a ambos.
El presidente Enrique Peña Nieto presenta una alerta positiva en su aprobación a la par de que el Gobernador Jaime Rodríguez presenta una advertencia positiva en su aprobación. Al analizar los hipocentros podemos encontrar que ambos movimientos están generados por simpatizantes de El Bronco en el caso de EPN, y simpatizantes de EPN en el caso de El Bronco.
Esta dinámica sugiere que el Gobernador se beneficia del impulso que le da el Presidente en un tema crucial como el combate a la corrupción.
EPN presenta una alerta positiva –movimiento de mayor intensidad que la advertencia–, lo que sugiere que la advertencia de El Bronco se da como resultado indirecto del fortalecimiento del Presidente.
Ante la pregunta “¿Qué suceso ocurrido recientemente en el Estado tiene usted más presente?” en la Encuesta SABA, aparecen entre las respuestas “El Informe de Gobierno” y “El caso de Rodrigo Medina”. A pesar de que en este listado no se encuentra el caso de Javier Duarte, su recién liberada orden de aprehensión y su todavía más reciente expulsión del PRI, no significa que no se encuentre presente en la mente de los ciudadanos, evento que posiblemente está generando el efecto positivo en la percepción presidencial que favorece en “cascada” a El Bronco.
La percepción del PRI en algunos sectores sociales, políticos y de análisis ha sido la de un partido que carga con el pecado original de que todos sus militantes son automáticamente corruptos desde el momento en el que se afilian, lo cual durante un amplio periodo le regaló alimento a la oposición para atacar al Gobierno federal y debilitar la imagen presidencial. Sin embargo, han cambiado dos cosas: la revelación de casos de igual gravedad en otros partidos, como el de Guillermo Padrés del PAN –quien también se encuentra prófugo al igual que Duarte–, y el combate a la corrupción interna que ha emprendido el PRI.
La diferencia entre ambos casos es sencilla, al estar el PRI en el poder tiene un amplio margen de maniobra para contrarrestar este ataque mediático, el cual se sugiere ha sido manejado positivamente por el partido y las instancias judiciales al tomar cartas en el asunto.
El caso de Javier Duarte parece darle y devolverle credibilidad al PRI no sólo a nivel local sino nacional, al contrarrestar la imagen de un partido político corrupto ya que, a diferencia del PAN, se está yendo contra un Gobernador del mismo partido en el poder acusado de diversos delitos, mientras que Acción Nacional ha sido omiso en el tema. Esta hipótesis se fortalece al observar que el PAN presenta una alerta negativa en simpatía partidista, impulsada por la población en general. El tema de la corrupción y su combate efectivo parece ser una positiva moneda de cambio en la búsqueda de aceptación social.
En temas municipales, los alcaldes obtienen una advertencia positiva en su desaprobación. Francisco Cienfuegos en Guadalupe es evaluado positivamente con una advertencia positiva en su aprobación, mientras que Adrián de la Garza en Monterrey presenta una alerta negativa en su evaluación. A pesar de que su nombre fue mencionado como parte de una investigación criminal con un ex jefe de un grupo delictivo –que fue publicada por el diario español El País–, no queda claro si este es el factor de tal deterioro, ya que no aparece como tema relevante en la opinión pública.