El Bronco revive y se fortalece gracias a sus antiguos correligionarios: los priistas.

Nunca antes como ahora le ha servido al gobernador Jaime Rodríguez la sapiencia de la política populista, ya que mientras que las clases medias y alta que lo llevaron al poder gradualmente lo abandonan, los sectores tradicionalmente priistas comienzan a fortalecerlo.

La delincuencia y la corrupción en el gobierno presentan advertencias negativas en su percepción como principal problema de gobierno, aunque esto no parece afectar de ninguna forma al gobernador Jaime Rodríguez, quien se fortalece vigorosamente a pesar del complicado estado de la opinión pública.

El Bronco presenta una advertencia positiva en su aprobación, una alerta positiva en “mejor político”, una alerta positiva en calificaciones altas y una advertencia positiva en sus calificaciones bajas en seguridad pública.

Hay algo constante en estos movimientos que favorecen al gobernador: son generados por sectores priistas, como es el caso del municipio de Escobedo, Apodaca, quienes aprueban al presidente o quienes tienen que gastar sus ahorros o vender bienes para solventar su situación económica, quienes tienen hasta preparatoria. Es decir, los sectores económica y académicamente rezagados que tradicionalmente forman parte del “músculo “priista en temporada electoral.

Poco trasciende el hecho de que gradualmente los sectores más educados y de ingreso alto lo abandonen, ya que con los que todavía lo apoyan, junto con la “reconquista” de su antigua base partidista le reditúan un capital político importante al gobernador; pierde unos pero gana otros de igual importancia en el ejercicio del poder.

De manera sorpresiva Rodrigo Medina- la piñata mediática de este sexenio- también mejora sus números en el indicador de “peor político” ya que se reducen sus malquerientes. Quienes tienen hasta preparatoria favorecen al ex gobernador y al actual gobernador, sugiriendo que a pesar del distanciamiento partidista, en términos de ejercicio del poder son favorecidos por la misma base.

Esto podría explicar el aumento de declaraciones, acciones y comportamiento populista y poco intelectual o critico de parte del gobernador, ya que se ha sentido arropado por la base priista que poco le importa la condición de la deuda, el caso Medina o la construcción de Monterrey VI-temas que le importan a quienes lo eligieron- , ya que del gobernante solo piden declaraciones cómicas o una percepción de que “es buena onda”. El instinto político de Rodríguez se inclinó hacia la base priista para levantarse, a costa de quienes lo llevaron al poder.

Los presidentes municipales atraviesan una buena racha, en especial Adrián de la Garza que recibe una alerta positiva en su aprobación, posiblemente por su ambicioso plan de rehabilitación vial que, aunque no se perciba como una obra de gran magnitud, si representa un alivio para miles de ciudadanos que transitan las principales avenidas al no sentirse amenazados por un peligroso bache.
El alcalde de San Nicolás también se fortalece aunque con una advertencia, por el momento reflejando quienes son los alcaldes mejor evaluados en sus respectivos municipios.

Veremos la semana entrante cómo se mueven los indicadores con el hecho de que Medina fue “salvado” de la vinculación a proceso por los delitos que se le acusaban. Por su parte la Fiscalía hizo un trabajo cuestionable al no ir preparados a la audiencia, reflejando o la poca profesionalización del aparato legal encargado del caso o el desinterés gubernamental.