Medición del 24 de noviembre al 16 de diciembre de 2020

 

Nada se mueve.

 

La última medición de SABA Consultores muestra que nada se mueve demasiado en la opinión pública mexicana. El coronavirus sigue siendo la noticia más presente, la aprobación presidencial sigue subiendo, lo mismo que la intención de voto por MORENA para diputados federales. Sin embargo, buscando acaso influir en sí misma, vemos que la opinión publicada es cada vez más crítica del gobierno.

 

En este contexto, un par de indicadores llaman la atención. El primero de ellos, es la identificación partidaria por el PAN. Si bien es muy baja (solo %, versus 25% de MORENA), registró su quinta medición por encima del promedio. Los segmentos donde esto ocurrió están conformados por votantes educados y con niveles de ingreso razonables (para ser exactos: baby boomers, casados, más de 15 años de estudios, educación hasta maestría, identificados con el PAN, desaprueba a AMLO, han podido ahorrar, entre 20 mil y 50 mil pesos mensuales). Es decir, justa y solamente, entre la base tradicional de este partido.

 

El segundo indicador interesante deriva de la pregunta: “por qué no votaría por MORENA” (pregunta abierta, al parecer). Aquí, destaca que los encuestados dieron respuestas que denotan una percepción de *incapacidad* por parte del partido de la 4T (no le gusta cómo trabajan, están echando a perder el país, no son confiables, etc.)

 

Para la oposición, estos negativos sirven para conocer cuáles son los puntos débiles del partido en el poder. Sin embargo, también es importante tomar nota de que al momento, sólo están dando resultados entre la base panista de siempre (que de todas formas votará por ellos, si es que van a votar). ¿Por qué no está dando resultado en otros grupos poblacionales? Mi hipótesis es que justo la gente no quiere escuchar ataques a MORENA en voz de opositores partidistas.

 

Según los datos de SABA 72% no milita en partido alguno y 68 por ciento no votaría por la alianza entre los partidos opositores. Sin embargo, el partidismo y los voceros de siempre siguen haciendo lo mismo de siempre y (viendo la serie completa) y la evidencia de los datos muestra que están ayudando a AMLO (presumiblemente) sin saberlo (o creerlo).

 

Por otra parte, para la 4T, estos dos indicadores también pueden ser relevantes: si bien, al momento, los negativos se concentran en sectores muy panistas del voto, nada garantiza que no puedan ampliarse hacia otros grupos poblacionales. La 4T podría aprovechar la coyuntura y comenzar a difundir más en el trabajo inercial que implica ser gobierno, y concentrarse en las políticas públicas que, aunque aburridas, son importantes y requieren la mayor profesionalización y seriedad. Sobre todo si el clima económico se complica, la gente querrá ver un gobierno solucionando más que señalando.