¿Dónde está el movimiento opositor?

 

Ante la fortaleza en las encuestas que enmarcaron el segundo informe de gobierno del presidente López Obrador, analistas de sesgo opositor lamentaron en diversos canales informativos, que no exista un movimiento opositor capaz de crecer. Sin embargo, no han estado buscando en los lugares correctos. Los últimos datos de SABA Consultores (1-12-2020), muestran que los contrarios del Presidente deberían voltear a ver al interior de la 4T, donde comienza a germinar apoyo al canciller Marcelo Ebrard, entre grupos informados no condicionales de MORENA.

 

En el Top of Mind de la gente para próximo presidente de México, Ebrard empata con AMLO, en márgenes de error (4.1 por ciento y 5.8 por ciento, correspondientemente). Este valor, en la última medición del monitoreo, significó una advertencia positiva para el Canciller. Veamos qué grupos o segmentos empujaron al Ebrard hacia arriba:

 

  1. quienes tienen más de 15 años de estudios;
  2. quienes tienen hasta licenciatura;
  3. empresarios;
  4. quienes aprueban a AMLO, y
  5. quienes ganan entre 8,501 y 20,000 pesos mensuales.

 

Los primeros dos grupos son relevantes, porque a pesar de que el Presidente está muy fuerte; es justo entre quienes tienen más de 15 años de estudios y hasta licenciatura, donde el presidente está perdiendo apoyo. Me explico: la desaprobación presidencial registró la cuarta medición al hilo por debajo del promedio, y la quinta para el indicador de quienes se avergüenzan de él. Sin duda, una buena noticia para el Presidente rumbo a su segundo informe. Sin embargo, exactamente los primeros dos grupos donde creció Ebrard, son también, personas que desaprueban y hasta se avergüenzan del Presidente (anti-hipocentro, en la terminología de SABA).

 

De manera similar, a pesar de que MORENA está más fuerte que nunca en la intención de voto para diputados federales (28.3 por ciento), registrando la cuarta medición por encima del promedio; el grupo o anti-hipocentro donde esto definitivamente no es verdad, está justamente conformado por quienes tienen hasta licenciatura; es decir, el segmento que ve bien al Canciller.

 

Entonces, tenemos a una oposición que lamentando la ausencia de fuerza real, pero que a la vez, ignora que los grupos más informados a quienes apelan (y que no necesariamente apoyan a AMLO) están suspirando por una figura fuerte dentro de la propia 4T: el canciller Marcelo Ebrard. Este arreglo, dicho de otro modo, fortalece también el estatus quo, en tanto podría significar una mayor probabilidad de que MORENA atraiga el voto de priístas que nunca votarían por el PAN (25 por ciento de ellos, según los números de SABA) y de panistas, que nunca votarían por el PRI (20 por ciento de ellos, según SABA). Aún más, considerando que 68 por ciento de los votantes rechazan una alianza opositora.

 

Una de las noticias más relevantes de estos días fue la renuncia de Alfonso Romo a la Jefatura de la Oficina de la Presidencia de la República. Romo era considerado por muchos como una voz moderada y afín a los grupos empresariales. Seguramente voces opositoras calificarán la salida como una prueba más de que los grupos moderados no tienen cabida en este gobierno. Sin embargo, este mensaje probablemente sólo pueda ser digerido por los segmentos más informados, quienes, como ya vimos, ven bien al canciller.

 

Habrá que esperar las siguientes mediciones para ver si esto tendrá algún efecto o no, pero por lo pronto—y desde la propia 4T—Ebrard se vislumbra como quien está capitalizando los mensajes de la oposición dirigidos a los segmentos más informados.