La radiografía de la opinión pública del estado de Chihuahua ya por iniciar las campañas electorales presenta condiciones interesantes, ya que no solamente se observa la dinámica y el posicionamiento de los partidos y sus candidatos, sino que también se puede observar el efecto que tiene la figura del candidato independiente.
Las condiciones para el gobernador son por el momento adversas por diversos factores, uno de ellos es el hecho de que presenta una desaprobación del 56.5% que contrasta con su aprobación de tan solo 32.2%. El presidente Enrique Peña Nieto también presenta un contexto no muy favorable, pues él tiene una desaprobación del 53.1% y una aprobación de un 35.2%. A simple vista parecería que el PRI está “nadando contra corriente” en esta elección, sin embargo, se sugiere que el partido y su candidato se fortalecen a pesar de esta percepción adversa del gobernador y presidente. Es importante mencionar que lo más presente en la mente de los ciudadanos en este día es: “quieren correr al gobernador”, para poder dimensionar la adversidad ante la que en teoría se enfrenta el mandatario.
En los resultados obtenidos el 8 de marzo el PRI se fortalece en intención de voto con partido con una advertencia positiva, es decir, presenta un valor que sale de la franja de estabilidad para sugerir un fortalecimiento. La aprobación del gobernador y presidente también presentan advertencias positivas.
Este contexto favorable para las autoridades estatales, federales y su partido, impactan positivamente al candidato Enrique Serrano, quien presenta a su vez advertencias en el Top of Mind e intención de voto de candidato con partido.
Todos los movimientos que favorecen al PRI y sus figuras están generados por sectores que son tradicionalmente parte de sus fortalezas electorales y quienes posiblemente responden al asistencialismo estatal y federal: de 0 a 6 años de estudios, quienes tienen hasta primaria, quienes votarían por el PRI. Los habitantes de municipios pequeños también los fortalecen.
A pesar de que la percepción del gobernador es negativa, sus bases responden positivamente ante el partido y su candidato. Esto podría explicarse a través de distintos enfoques: una posibilidad es el hecho de que la base electoral del partido percibe al gobernador como solamente un elemento transitorio de su partido que no ha brindado los resultados esperados, mas no responsabilizan al partido por sus acciones, lo que los hace ver con esperanza a su candidato. Otra posible explicación es que debido a las condiciones de baja escolaridad y condiciones adversas económicamente de la base del partido, simplemente no tienen interés alguno en temas políticos y solamente responden al asistencialismo.
Es importante puntualizar el efecto que tiene la figura del candidato independiente en esta elección. El candidato del PAN Javier Corral y el independiente Jose Luis Barraza están en una disputa por los electores de oposición, lo que deja en una posición favorable al PRI ya que esta figura nueva esta “ dividiendo” a la oposición, por lo tanto dejando un escenario favorable al PRI. De no estar presente esta figura posiblemente toda esta base social en disputa estaría favoreciendo a Corral, lo cual posiblemente le daría el triunfo o por lo menos haría la elección más difícil para el PRI.
Es sensato pensar que Barraza divide la base electoral del PAN porque el mismo fue cercano al partido. En 2006 apoyo desde el CCE (Consejo Coordinador Empresarial) la campaña de Felipe Calderón a través de spots en Televisión.
“Divide y vencerás”, la cita que actualmente enriquece y aumenta las posibilidades del PRI de mantenerse en el poder a pesar del malestar social.