Las marchas de hoy por el día internacional de la mujer, el día de las mártires (129 obreras) de Nueva York en 1857, está siendo una cantera de nuevos liderazgos políticos.

 

El éxito que ya se da por garantizado del 8M y del 9M, se debe en mucho a que la base de la convocatoria es conmovedora: el derecho a vivir (vivas nos queremos), y entonces tenemos dos elementos interesantes: una fuerza avasalladora y nuevas figuras que podrían incidir en la vida partidista.

 

Los partidos políticos podrían ofrecer candidaturas a las nuevas figuras fortalecidas del feminismo. De ese modo los partidos podrían recuperar fuerza electoral, y el movimiento feminista, la fuerza institucional para lograr políticas públicas favorables a sus legítimos intereses.

 

Seguramente el 2021 tendremos muchas diputadas federales, conciliando colores partidistas y la agenda feminista.

 

De ser así, ¿se afectará la hegemonía actual de Morena en la Cámara de diputados?