¿Dónde se forman profesionalmente los estrategas? Me preguntó alguna vez un exgobernador. Mi respuesta fue: en ningún lado; es estratega quien decide serlo, y se consolida como tal, cuando alguien lo contrata reconociéndolo así.

 

A decir verdad, hay de todo entre los estrategas, unos muy brillantes, otros muy pendejos, pero destacan dos cosas en la mayoría de ellos:

 

  1. Son muy deficientes en aspectos tácticos, porque por lo común usan a las encuestas como guía, en lugar de mis Monitoreos.
  2. Tienden mucho a mantener engañados a los candidatos, haciéndolos creer que van a ganar.

 

El problema que ha trascendido de Xóchitl con algunos empresarios, que se quejan de haberla apoyado económicamente, esperanzados en encuestas de Massive Caller y México Elije, que Xóchitl les mostró, y la daban como virtual triunfadora, tiene que ver con el punto 2. En otra ocasión abordaré el punto 1.

 

Mi relación con los estrategas siempre ha sido complicada. Algunos extranjeros y muy mamones, se han quejado de mí acusándome justo de lo mismo. A decir verdad, el problema es que por lo común los pongo a parir chayotes cuando les pido que expliquen las alertas y, con base en su explicación, que sugieran líneas de acción, porque esa es su chamba.

 

Con algunos me he llevado de maravilla, y he constatado que, algunas veces, cuando los resultados de mis encuestas son adversos, me comentan: “Esto no es conveniente que lo vea el candidato, porque se alteraría, y el debe mostrarse ante los medios y los electores seguro de su triunfo.

 

Cuando la elección de Peña Nieto hubo varios momentos de crisis, como para ponerse a llorar, pero yo veía a EPN muy tranquilo y seguro de su triunfo ante los medios. Mi reflexión era: o es un excelente actor o lo tienen engañado. Terminé por concluir que lo tenían engañado, cuando me enteré de que, ya en la presidencia, de todas las encuestadoras que trabajábamos ahí, seleccionaban lo más bonito para mostrárselo a él.

 

Por lo anterior creo que, a Xóchitl, de buena o de mala fe, durante el proceso la mantuvieron engañada, haciéndole creer que las encuestas que deban ventaja a Claudia estaban cuchareadas, cuando las únicas cuchareadas eran las de ella.

 

Volviendo al tema de los empresarios, creo que no hay nada que hacer. Simplemente apostaron y perdieron.

 

Los procesos electorales están marcados por la incertidumbre, pero a pesar de ello, y justo con el apoyo de la estadística, que de acuerdo a Sir Ronald Fisher, es “la Ciencia de la toma de decisiones ante la incertidumbre”, un candidato y sus patrocinadores, no se pueden permitir la inocentada de ser sorprendidos por un resultado. A final de cuentas, las victorias y las derrotas se van fraguando por las decisiones de campaña.

 

Inevitablemente se gana o se pierde; pero lo que un candidato o apostador no se pueden permitir, es ser tomados por sorpresa.

 

Salvador Borrego, Ph.D.
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