Me ilusiona mucho que se esté gestando un nuevo partido político en México. Mañana sábado, a partir de las 10 de la mañana, se reunirán mexicanos de todo el país, convocados por el Frente Cívico Nacional, organización en que Guadalupe Acosta Naranjo es figura destacada.
Al propio tiempo se está formando una resistencia, que buscará evitar la sobre representación que pretenden AMLO, Morena, el INE y el TRIFE, que facilitaría el Plan C, que dejaría el destino de México en manos de AMLO, para que termine de darle en la madre al país.
Me gusta la idea de Acosta Naranjo de que quien dirija al nuevo partido este imposibilitado para ocupar posiciones políticas adicionales, como diputaciones y senadurías. Es una buena idea; creo que sería interesante que el nuevo partido conformara un órgano de consulta, de no más de veinte militantes, sin interés en cargos públicos. Gente que desinteresadamente vele por los intereses genuinos del partido.
Ojalá que el nuevo partido se esmere por TOMAR EN CUENTA A LA GENTE, porque este defecto es el talón de Aquiles de partidos y gobiernos.
Tomar en cuenta a la gente, y que entre la gente haya plena conciencia de que son tomados en cuenta. Este es el reto principal. Es similar a la relación con los hijos: la misión fundamental de los padres es que sus hijos tengan plena conciencia de que son amados.
Sería fabuloso que los partidos tuvieran no solo un padrón de militantes, sino también otro de simpatizantes; que privilegien la democracia interna entre los militantes, pero que en decisiones de gran relevancia se tome en cuenta también la opinión de los simpatizantes.
Les deseo un éxito rotundo en el ejercicio de mañana a mis amigos del Frente Cívico Nacional. Me apunto desde ya, como simpatizante del nuevo partido en gestación.
Salvador Borrego, Ph.D.
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