-Turbulencia en el PAN y esperanza en el PRI; la elección pinta para ser ampliamente competitiva.
La valoración pasada mencioné que a pesar de que el PAN tenía un personaje mejor posicionado en la opinión pública que el PRI, la situación de los partidos o plataformas políticas es distinta una de otra.
Por un lado, Guillermo Anaya obtiene el mayor valor en el indicador de “top of mind” o intención de voto de manera espontánea, sin embargo, parecen surgir complicaciones para su posible candidatura desde dos frentes: el interno y el externo.
Desde el lado externo o “natural”, aunque el PRI no se fortalece con alertas o advertencias en intención de voto o simpatías partidistas, sí lo hace en la percepción del Presidente Enrique Peña Nieto y del Gobernador Rubén Moreira, sugiriendo que Acción Nacional no competirá con un enemigo debilitado, como muchos pensarían.
Las calificaciones altas del Presidente y el Gobernador aumentan con advertencias positivas, y es interesante observar que dentro de los grupos sociales que generan estos movimientos se encuentran algunos que cambian la lectura que se le da a las fortalezas del PRI en los medios y en círculos de análisis.
Podemos observar que al Presidente y al Gobernador los favorecen grupos sociales tradicionalmente priistas, grupos que reciben asistencia social y forman parte de las “estructuras partidistas” muchas veces criticadas por sectores de oposición, sin embargo, beneficiando al Gobernador aparecen quienes perciben arriba de 50 mil pesos mensuales; la presencia de este grupo sugiere que el PRI está extendiendo su posible base electoral a sectores con nivel educativo y de ingreso altos, los cuales son tradicionalmente panistas.
Dicho de otro modo, al parecer el PRI está penetrando en la base electoral del PAN ante un posible conflicto interno. Posiblemente la reducción de la inseguridad o la ausencia temporal de sucesos de alto impacto generan el visto bueno al Gobernador por parte de este grupo.
Se sugiere una posible ruptura dentro del PAN al observar que Guillermo Anaya presenta números sólidos en los indicadores generales pero ante la pregunta de “¿quién le gustaría que fuera el candidato del PAN?” obtiene una alerta negativa donde parece ser afectado severamente, ya que la pasada evaluación presentó un valor de 31.4% y en ésta un 21%.
Al observar los sucesos en la opinión publica y notar que hay ausencia de algo que apunte directamente a Guillermo Anaya, se sugiere que su deterioro en la interna del partido no corresponde a una acción o hecho específico, sino a una posible ruptura de grupos dentro del PAN que podría tener relación con la situación nacional del partido.
A pesar de que el PAN como institución política se fortalece con una advertencia positiva en intención de voto con la población general, la alerta negativa de Anaya sugiere que podría estarse presentando un choque de corrientes al interior del partido, ya que hay tres precandidatos sólidos en Acción Nacional buscando la presidencia, cada uno con sus respectivas alianzas en los estados, que parecen entrar en conflicto para consolidar una estructura electoral para el posible candidato a la presidencia, sea quien sea.
Otro factor que fortalece esta hipótesis se encuentra en el indicador de “¿por cuál opción nunca votaría?”, donde el PAN obtiene una advertencia negativa.