Suponer que la baja participación en la elección judicial fue consecuencia del llamado a no votar de algunos sectores de la resistencia o la contestación, que los disturbios en Los Ángeles, California obedecen a la proclama de Claudia Sheinbaum dirigida a nuestros hermanos que viven en USA, es equivalente a suponer poder de convencimiento de alguien que le invita un trago a un alcohólico.
Los opositores o contestatarios a Claudia se benefician al mostrarse más poderosos o influyentes de lo que son. Si el valiente y despiadado con los débiles, Donald Trump, compra la idea de que Claudia se está metiendo a lo sembrado, a ésta le puede ir como en feria.
El que invita un trago a un alcohólico, el único riesgo que corre es agarrar un pedito muy sabroso. Y si es alcohólica, ni les cuento.
Salvador Borrego, Ph.D.
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