Para entender las Marchas.

 

Es cierto, son múltiples las motivaciones por las cuales una persona abandona su comodidad, su descanso dominical, para asistir a una Marcha como la del pasado 13 de noviembre, o la que se realizará mañana en clara respuesta a ella.


También son múltiples las motivaciones de los convocantes; desde genuina preocupación por el futuro de México, hasta a darle curso a bajas pasiones, intereses económicos de quienes monetizan su activismo, afán de notoriedad o responder a las más diversas patologías psiquiátricas; AMLO me recuerda al loquito de la película Cinema Paradiso, que decía “esta plaza es mía”.


Muchas cosas son obvias; las más primitivas caen en el eje Pro-Anti-AMLO de la polarización, otras más sofisticadas en el eje democracia-autocracia, pero a final de cuentas, como dice la hermosa canción tema de la película Casa Blanca, “As time goes bye”, es finalmente la misma vieja historia, una lucha por el amor y por la gloria, que en este caso es expresable como “la lucha por el poder”. Quizá muchos ni siquiera estén plenamente conscientes de las cosas, sin descartar en esto a los propios convocantes, pero a final de cuentas en la lucha por el poder caemos.


En el caso de la marcha del 13 de noviembre, el propósito medular fue evitar la reforma constitucional que le daría a AMLO el control absoluto de los organismos electorales. Fue la marcha determinante para que los partidos de oposición hicieran causa común en defensa del INE, y se logró el objetivo: ¡Nos chingamos a AMLO en el tema del INE!


La marcha de mañana por supuesto que se puede entender como un capricho más de AMLO en su insaciable deseo felatorio, que sus seguidores siempre están más que dispuestos a satisfacer, quedando atentos por sí quiere más. Pero la razón fundamental por la cual es vital para AMLO que la marcha de mañana sea exitosa, o al menos que parezca lo suficientemente exitosa para poder ser utilizada como propaganda durante los próximos meses, es la siguiente:


AMLO necesita generar la percepción de que su fuerza popular (electoral) es descomunal, que no pueden esperarse ni para el 23 ni para el 24, otros resultados que no sean sus triunfos, y lo necesita porque si algo ha quedado demostrado en las elecciones del 21, es que su fuerza electoral, medida por encuestas, está híper inflada, porque la conforman los sectores marginados social, cultural y económicamente.


Los pendejos de las élites correspondientes que lo llevaron al poder en el 18, ya están decepcionados y algunos como Brozo y Dresser andan furiosos; otros tratando de ocultar su pena y su vergüenza (luego les explico la diferencia), pero en general, sus grandes promotores del pasado, sus pendejos útiles, ya no lo apoyan, y los que pretenden sustituirlos en su tarea, convertidos en Neo Intelectuales Orgánicos o Neo Chayoteros, resultaron ser aún más pendejos (y no porque intrínsecamente lo sean, sino por aceptar el insuperable reto intelectual de justificar las locuras de AMLO).


En consecuencia, como ya lo tuvo que hacer en el 21, AMLO deberá echar mano de sus amigos narcos y deberá seguir violando las leyes electorales, para poder sacar adelante las próximas elecciones, pero también necesita que sus triunfos sean creíbles, al menos por un sector amplio de los mexicanos, aunque sean los menos politizados.


En resumen, compañeros, AMLO necesita: demostrar fortaleza en las calles, con el propósito de hacer plausibles sus futuros triunfos electorales, que se verá forzado a lograr cometiendo fraudes, para mantenerse en el poder. La marcha del 13 resultó exitosa, y la del 27, al margen de cuántos vayan, podrá o no ser exitosa, si AMLO logra o no, hacer pendejos a los mexicanos, ganando fraudulentamente en las próximas elecciones.


Les deseo a mis amigos que marcharán mañana que disfruten de la caminata; así como a nosotros el día 13, Dios ha querido regalarles condiciones climatológicas óptimas para salir a la calle; si llevan batucadas y grupos musicales será una experiencia maravillosa. Muchos de ustedes pronto se darán cuenta de que AMLO es puro pedo, y habremos de coincidir, otros de ustedes apoyarán a alguna Corcholata que podría resultar menos pendeja que AMLO, y cuando algunos de nosotros mostremos beneplácito o al menos alivio, quizá nos reencontremos en la amistad, y con los pinches locos, que mañana marcharán eufóricos, ululantes en su frenesí amoroso por AMLO, por supuesto que nunca nos podremos poner de acuerdo pero, al menos en mi caso, les seguiré guardando el mismo cariño de siempre.


A disfrutar las marchas compañeros, como diría el bien amado Loco Valdez, “que haya Marcha, aunque la familia perezca”.


Libertad, igualdad, fraternidad y racionalidad.