La elección para renovar la dirigencia nacional de Morena, coordinada por el INE, es un acontecimiento político de la mayor relevancia. Mucho del futuro de México, dependerá de ello.

 

Ya se han tomado algunas decisiones.

 

  1. Se depurará la abultada lista de aspirantes para reducirla a seis opciones, tanto para presidente como para secretario general.
  2. Se decidirá entre personas que se auto refieran como simpatizantes o militantes de Morena.
  3. La encuesta inicial para depurar, podrá servir para precisar el tamaño de muestra.
  4. El levantamiento del trabajo de campo será del 26 de septiembre al 2 de octubre. Durante esos días valdría la pena hacer un Monitoreo Nacional, para pastorear a las encuestadoras insaculadas.
  5. Los resultados de las tres insaculadas deberán estar en empate técnico, en virtud de ser el mismo cuestionario y las mismas fechas de trabajo de campo. De no ser así podremos sospechar de cuchareo.

 

A mí me encantaría hacer público un monitoreo nacional, para cuidarle las manos a las insaculadas y al INE. ¿Quién se anima? El costo es un millón y medio de pesos más IVA.