Me conmueven los esfuerzos de la Ministra Presidente Norma Piña, por llegar a un acuerdo razonable con AMLO.  No se puede razonar con un pinche loco; o lo aplastas o te aplasta, no hay de otra.

 

Por fortuna la fuerza todavía está en función de los votos, pero en cualquier momento podrá pasar a estar en función de las armas o de la fuerza física.

 

Por ello me conmueven los intentos siempre fallidos por razonar con AMLO, en lugar de concentrar los esfuerzos en consolidar los votos opositores en el Senado, y acaso en tratar de quitarle algún voto dentro de Morena.

 

Más inteligente me parece la acusación de Alito, en el sentido de denunciar estar siendo presionados por parte del Crimen Organizado porque, cierto o falso, le pega a AMLO en su punto más sensible, justo en la línea de flotación, porque viene a fortalecer la idea de Narco Presidente, que si bien pudiera ser inofensiva en el contexto nacional, sí es letal en el ámbito penal gringo.

 

La vida ha sido en extremo generosa con AMLO; quienes pudieron frenarlo en diferentes momentos, ahora históricos por malas razones, primero lo subestimaron por pendejo y luego se les frunció el fundio cuando éste se hizo de poder. Otros están esperando el momento de máximas ganancias y mínimas pérdidas, para partirle su madre.

 

El momento actual es muy interesante porque, al margen de la inocentada (o quizá maquiavélica) idea de la ministra Piña de hacer entrar en razón a AMLO, se da un enfrentamiento de éste con un gremio de más de 50 mil engendros, que siempre es mejor tenerlos como amigos. Cuando uno escucha en la plaza pública a ministros, magistrados y jueces confrontándose con AMLO, lo primero que se viene a la mente es: “le van a partir su madre”.

 

Neta, esos cabrones del poder judicial como enemigos dan miedo, y echártelos encima justo cuando está a punto de romperse el encanto presidencial, es poco menos que temerario.

 

Por lo pronto vamos a la reunión del Senado, donde el buen Noroña ya trae sometida hasta a la Aritmética, se especula que el clan Yunes ofrendará las nalgas, pero también que algunos morenos visionarios irán en pos de la heroicidad y de seis años venturosos.

 

De cualquier modo, nada de lo que ocurra en el Senado esta semana será definitivo. Los Morenos están en desacato, y tendrán que litigar en terreno hostil y con las nalguitas expuestas, o de plano oficializar su Golpe de Estado, para facilitar la intervención de los gringos, en cuyo caso espero que sean benévolos y nos pasen una factura menos elevada que la que tendrán que pagar los ucranianos.

 

¡Sigamos viviendo la Historia compañeros!

 

Salvador Borrego, Ph.D.
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