A cinco días de la elección más importante de mi vida, tengo con claridad meridiana cómo orientaré mi voto. Me concentraré en la elección presidencial.

 

Amigos de Morena. A pesar de tener con ustedes una clara identificación ideológica nunca he votado por ustedes, porque han tenido la desgracia de ser liderados por una persona desequilibrada emocionalmente, con claras deficiencias intelectuales y cerrado a escuchar y considerar ideas distintas a las suyas.

 

Estoy consciente de que Claudia podría significar un viraje hacia la racionalidad y la reconciliación nacional. En mucho porque AMLO, con sus sistemáticas violaciones a las leyes electorales, ha deslegitimado su triunfo, por amplia que sea la eventual ventaja que pudiera tener. Estaría, en consecuencia, obligada a legitimarse desde el poder.

 

Aún así mi voto no será para Claudia, porque los riesgos se previenen, y que ella nos plantee una continuación del desmadre que ha hecho AMLO, nos indica claramente la posibilidad de una desgracia nacional.

 

Amigos de la alianza PRI-PAN-PRD. En términos ideológicos son ustedes una mezcolanza que raya en la locura, pero en términos pragmáticos representan la esperanza de recuperar la racionalidad en la toma de decisiones, de lograr algún equilibrio entre apoyar a los marginados y volver a impulsar el florecimiento de la ciencia y la cultura, generándoles como raigambre el rescate del sistema educativo, destrozado por AMLO.

 

Me queda claro que Xóchitl está rodeada de no pocos personajes miserables y pendejos, y que eso es también un riesgo de que constituyan un gobierno frívolo y estúpido, como los que hemos conocido del PRI y del PAN. Sin embargo, ¡correré ese riesgo! ¡Mi voto será por Xóchitl!

 

Amigos de MC. Ideológicamente son ustedes un desmadre. Postular pendejadas como la vieja y la nueva política es un despropósito, y ya no digamos insistir en mamadas como lo de fosfo fosfo. Insultan cualquier mediana inteligencia.

 

Entiendo que se debatan entre el esquirolismo y la lucha por preservar su partido, con la esperanza de ser una buena opción futura, pero hoy por hoy la prioridad es rescatar a la patria, y por ello, en modo alguno, podría votar por Jorge.

 

En la vida todo es condicional y, salvo para los enajenados, toda decisión es con reservas.

 

¡Los invito a votar por Xóchitl!

 

Salvador Borrego, Ph.D.
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