Me sorprendió el artículo de hoy de Jesús Silva-Herzog Márquez (qué hueva esos apellidos dobles), donde da por jodida la elección del 2 de junio, usando la pendeja expresión de Krauze sobre el arroz cocido.

 

A ver si ahora me entienden, pero ya lo saben: el que entendió, entendió:

 

  1. Para empezar Jesús da por buena la ya famosa encuesta de Reforma, sin consideración alguna a sus asegunes; en especial a la composición de fuerzas, que inflan los números para Claudia.
  2. Ilusamente afirma la evolución del proceso, señalando que Claudia no baja y Xóchitl no levanta, basado en una medición trimestral. Si el mismo Reforma midiera cada semana, como lo hago yo, la evolución se vería diferente.
  3. Por supuesto que, si las mediciones fueran diarias, la evolución se vería con un máximo de nitidez, pero nadie tiene o está dispuesto a invertir el dinero suficiente para hacer bien esa chamba.
  4. Durante las cuatro mediciones últimas que nosotros hemos realizado, en tres le ha ido bien a Xóchitl y solo en una le ha ido bien a Claudia.
  5. La ruta de aquí al 2 de junio será, para AMLO, llena de cuestionamientos severos y crisis que están a la vista, con los gringos resoplándole en la nuca. Siendo plebiscitaria la elección, por fuerza le impactará negativamente a Claudia.
  6. Estamos en pleno zafarrancho de combate; todo lo que vemos es humo y polvareda, y escuchamos gritos, estruendos, gemidos y uno que otro chico pedote. Conforme nos acerquemos al 2 de junio tendremos algo de claridad.

 

Por lo pronto, mi recomendación a los tres candidatos es que no le aflojen ni se aflijan, y que no les hagan mucho caso a los intelectuales; no son tan pendejos como parecen cuando basan sus juicios en las encuestas, pero su soberbia les impide asomarse a lo que yo hago. ¡No les gusta que los pendejee!

 

Nos vemos a la noche, en mi SABA’s MIDNIGTH SHOW, por Facebook de Salvador Borrego.

 

Salvador Borrego, Ph.D.
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