¡Max Weber! ¡Explícales!
Hoy más que nunca, y de manera dramática, el Ministro Juan Luis González Alcántara, y mañana o pasado mañana los magistrados que integran el TEPJF, se enfrentan al dilema ético que con tanta maestría nos heredara Max Weber: La Ética de los Principios vs la Ética de la Responsabilidad.
Todo el discurso de Morena y los suyitos, gira en torno a lo que la Constitución dice y a las decisiones que, en situaciones aparentemente similares, tomaron el INE y el Tribunal Electoral. Ni más ni menos, que la Ética de los Principios, ¡lo que debe ser!, como por ejemplo que “la
Ley es la Ley”, ¡como si estos hijos de la chingada tuvieran cara para defender principios!
El discurso de los opositores en resistencia y de los contestatarios, trata de persuadir de que debe ser de otro modo, basados también en la Constitución, y gracias al fárrago de nuestros legisladores.
En mi opinión, tomando en consideración lo siguiente:
- Que en este contexto de polarización la voluntad popular significa, ni más ni menos, que la voluntad de AMLO.
- Que AMLO, cual líder de secta religiosa, tiene sometidos a sus correligionarios a su puta voluntad. ¡Todos son NADA!, hasta mis antiguos compañeros de la izquierda, que presumían de su sentido crítico y de su congruencia.
- Por consecuencia AMLO mandaría leyes al Legislativo y cuidado con cambiarle una coma. Por tanto, AMLO ya sería Ejecutivo y Legislativo, y los Jueces, Ministros y Magistrados serían mayoritariamente afines a AMLO. Esto es, ¡el Poder Judicial también sería AMLO!
- Por tanto, sería la voluntad de AMLO todo lo relevante que ocurra en México.
- AMLO es un pobre hombre trastornado, mediocre y resentido.
- Si AMLO fuera un chingón, como Mustafa Kemal Atatürk, que sentó las bases de la Turquía moderna, me valdría madre que fuera su voluntad la que rigiera los destinos de México.
- El problema es que a Atatürk, su profesor de matemáticas, por su gran inteligencia, lo apodó “el Perfecto”. Y nuestro AMLO, que en doce años, a gritos y sombrerazos apenas pudo terminar su carrera, me parece que le decían “el Defectuoso”.
- En consecuencia, dejar pasar la sobrerrepresentación, significa la ruina para México, con una probabilidad muy alta,
Y volviendo a Weber, es la Ética de la Responsabilidad, la que TOMA EN CUENTA LAS CONSECUENCIAS DE UNA DECISIÓN, la que debe motivar y guiar al Ministro González Alcántara, que NO SE DEBERÍA TOMAR SU TIEMPO, SINO MOVER SUS MAGISTERIALES NALGAS, para tener hoy mismo una interpretación de la Constitución que le amarre las manos a los obsequiosos del TEPJF.
No escapan a mi comprensión y consideración, las terribles presiones a las que están sujetos los personajes que, en esta coyuntura histórica, tienen los roles protagónicos. Vayan para ellos mi aprecio y cariño; pocos quisieran estar en sus zapatos en estos momentos. Solo les recuerdo una cosa, recordando al General Vicente Guerrero:
¡LA PATRIA ES PRIMERO!
Salvador Borrego, Ph.D.
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