A mis queridos clientes de ayer, de hoy y de mañana.

 

En mis cuarenta años de hacer encuestas, muchas encuestas, nunca en ningún tema u opinión, he encontrado que el 100% de los encuestados tengan el mismo parecer. Solo entonces, y con reservas, podríamos referirnos al pueblo o a la gente, para justificar alguna decisión. Sí en cambio podríamos explicar una decisión, afirmando que lo hacemos en concordancia CON LA MAYORÍA de los ciudadanos.

 

Para cada tema hay una mayoría, salvo en los empates técnicos, por ello debemos referirnos en plural a LAS MAYORÍAS. Como gobernantes, podríamos asumirnos como demócratas si nuestras decisiones por lo común están en concordancia con las mayorías. Decimos “por lo común”, porque las mayorías a veces piensan puras pendejadas y no resulta razonable hacerles caso cuando esto ocurre.

 

Gobernar, actuar, opinar, en concordancia con las mayorías, cuando en recta conciencia tengamos la misma opinión; y ser muy cuidadoso de explicar las razones cuando tengamos una opinión discrepante con esas mayorías, es una forma eficiente, económica y decente de buscar estar en SINTONÍA con las mayorías.

 

Estar en sintonía con las mayorías, nos ubica en una condición de fuerza para alcanzar candidaturas y triunfos en un contexto democrático o semidemocrático.

 

Por ello debemos realizar encuestas lo más frecuentemente posible, pues de ese modo se establece una conversación, un cachondeo con La Muchacha, para enamorarla, para que nos de su buena disposición de ánimo, su voto (por poco y se me sale decir que las nalgas).

 

Seguiremos con este tema, porque muchos errores se cometen por su falta de comprensión.

 

Salvador Borrego, Ph.D.

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