El tema de las marchas de los maestros y la reforma educativa ha llegado para quedarse, al ser lo más presente en la mente de los neoloneses, y al parecer seguirá hasta que no se ofrezca una opción conciliadora entre los intereses de los maestros y los gobiernos federal y estatal.
La postura del Gobernador ha pasado por diferentes etapas, posiblemente en la búsqueda de encontrar una opción que logre conciliar ambas fuerzas.
Primero anunció que respetaba las protestas magisteriales, aunque dejó en claro que éste no era el Estado de Oaxaca, donde se podrían bloquear vialidades. Los maestros marcharon y acordaron un paro de labores el pasado viernes, por lo que el Gobierno estatal comunicó un desplegado de que no se haría tal paro, buscando un acuerdo con el SNTE para el cese de las marchas. Sin embargo, esto volvió a fracasar y se realizó el paro de labores, por lo que el Gobernador tomó otra opción: hacer el papel de mediador, sugiriendo y enfatizando que la reforma “podría ser reformada”.
No está claro cuántos cambios de postura o qué tanta flexibilidad tendrá el Gobernador respecto al tema, pues ya anunció que habrá arrestos en caso de bloquear vías al aeropuerto o calles.
En la Ciencia Política uno de los conceptos de gobernabilidad es el de: la capacidad de un Gobierno de mediar entre fuerzas que choquen o estén en conflicto dentro del Estado; dicho de otro modo, la capacidad de un Gobierno de mantener la estabilidad y mantener el orden mientras fuerzas realicen reclamos masivos, como el que observamos.
El conflicto magisterial probará la capacidad del Gobierno de Jaime Rodríguez, más allá de su estrategia de comunicación social.
Como dato interesante, la denuncia contra Medina gradualmente va desapareciendo de la mente colectiva, como se observa en la Encuesta SABA, lo que significa que el tema de los maestros será su moneda de cambio, para bien o para mal.
Dentro de la identificación partidista se registra que las Alternativas Independientes que representa el Bronco se fortalecen con una alerta positiva por tercera vez consecutiva, dejando en un nivel superior al PAN y a las AI, por delante de un PRI que se rezaga posiblemente debido a su fiel protección a Rodrigo Medina y a la revisión de sus cuentas públicas.
El Bronco reduce sus calificaciones bajas en seguridad pública aunque continúa deteriorándose en el indicador de “¿Si volvieran a ser las elecciones, por quién votaría?”, sugiriendo que el desencanto continúa, aunque sus fieles todavía tienen esperanza, manifestándose en simpatía partidista y beneficiándolo en sus calificaciones bajas.