¡La fuerza del amor!
El 14 de febrero se aproxima. Yo cantaré al amor una canción del gran Charles Aznavour; para ello he estado tomando clases de francés. Solo para cantar una canción: Tous les visages de l’amour, que en buen cristiano quiere decir, todas las caras del amor.
¿Por qué hablar del amor, en un dixit sobre la lucha por el poder? Porque el amor y la política se parecen mucho. Distorsionan los sentidos y el buen juicio. Hacen ver hermosos a los feos e inteligentes a los pendejos. Como diría el gran Alfonso Esparza Oteo: el amor es una ave pasajera, que entorpece y aniquila el pensamiento. Y yo agrego: Quien no sepa de amores, nada tiene que hacer en la política.
Sí, el amor y la política tienen mucho en común, pero la motivación para este dixit es la constatación, ante mis ojos que se asoman a la conciencia colectiva nacional, de un amor desbordado, solo equiparable, quizá, al de Romeo y Julieta: del amor del pueblo de México por AMLO.
Ayer le sonaron alertas en varios indicadores políticos, como aprobación a su gestión, calificaciones altas y orgullo por él, justo cuando más se evidencia el fracaso de su gobierno en todos los órdenes. Solo la fuerza del amor es capaz de lograr estas alucinaciones.
¡Ah! Como diría Don Rubén Fuentes, ¡Quien sepa de amores, que calle y comprenda!
¡Au revoir!
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