El límite elástico.

 

La fascinante actividad política, el quehacer político, frecuentemente toma lecciones de otras ciencias. La tercera ley de  Newton, por ejemplo, dice que a toda acción corresponde una reacción igual y en sentido contrario. Ya pasado a la política no hay garantía de que sea igual, a veces es menor, solo para guardar las apariencias, y a veces es desproporcionadamente mayor, dependiendo del poderío de quien reacciona.

 

Por ejemplo, si le sacas la lengua a los gringos, es muy probable que te partan la madre. O como le dijo alguna vez Vladímir Putin a Angela Merker, cuando tratas con los gringos, de lo que puedes estar segura es de que al final te van a coger.

 

Otra ley de la física que es menos atendida por los políticos es la Ley de Hooke, que tiene que ver con muelles. Establece que el alargamiento de un muelle es directamente proporcional a la fuerza que se le aplique. Esto en política podría ejemplificarse como que la cantidad de votos por Morena es directamente proporcional al tiempo de exposición en medios de AMLO.

 

Los partidos, el INE y la Constitución, indican que debe tener menos exposición en tiempos electorales, bajo la suposición de que eso altera la equidad de la contienda en beneficio de Morena. AMLO y sus seguidores, con base en el mismo supuesto, luchan contra el INE y la Constitución para que el cuarto bat del equipo de Morena no vaya a la banca.

 

Hay un detalle que se pierde de vista respecto de la ley de Hooke: los muelles tienen algo que se conoce como Límite Elástico; si la fuerza aplicada supera este punto, el muelle se deforma y se acaba el juego. En política, si se rebasa el límite elástico las cosas se revierten, y en el caso de la exposición de AMLO, si se convierte en sobre-exposición, y molesta a los electores, se alcanzaría el límite elástico y en lugar de beneficiar a Morena, podría perjudicarla.

 

Los politólogos de universidades famosas y encuestas, no entienden de estas cosas, y se lanzan como «El Borras». De acuerdo a la precisión del concepto que nos brinda José López Portillo en su libro «Mis tiempos», aventarse como «El Borras» significa: «Lanzarse a efecto de ser ensartado» de modo que no advierten cuándo se alcanza el límite elástico en la política.

 

Nuestros monitoreos son la solución. Cada idea que supuestamente funciona, se evalúa periódicamente para saber si sigue funcionando o no, para con base en ello insistir en ella o buscar otras opciones de campaña.

 

Dicho lo anterior, quedan estas dos leyes de la física para que entendamos mejor los posibles resultados de estas querellas de AMLO contra la DEA y contra el INE. En el caso del INE, cuando tengamos los resultados de la elección de junio, sabremos todos si el Presidente fue el gran activo de Morena o se convirtió en un lastre. Quienes sigan mi Monitoreo nacional lo sabrán mucho antes.

 

Como se dice en el béisbol, hoy tan de moda, no se vayan, que esto se va a poner muy bueno.

 

saba@sabaconsultores.com

 

P.D.: Un día me encontré a AMLO en al Aeropuerto de Monterrey. Me acerqué a saludarlo y charlamos brevemente. Surgió el tema del béisbol (yo jugué de catcher y hace unos 10 años di mi último jonrón), le pregunté si sabía cuál era la diferencia entre el béisbol y el sóftbol y me dijo que no. Le expliqué entonces que el sóftbol era como tener una novia guapa cuarentona, y que el béisbol era como andar con una veinteañera. Omito los detalles de mi analogía. Fue una charla muy agradable y divertida.