Alito está más loco que Zelensky, y también lo apoyan los gringos.
Conozco a Alito desde que fue candidato a gobernador. Lo apoyé para ganar, y durante algunos meses de su gobierno. Es un priista de toda la vida, desde las juventudes, con todas las mañas y malas artes propias de un priista clásico. No es una perita en dulce, yo creo que por eso no aguantó mi esquema de trabajo que por naturaleza es amargo, en comparación con la dulzura que les prodigan quienes pululan en el maravilloso mundo de la fantasía que son las encuestas.
Desde que se postuló para dirigir al PRI nacional me he referido a él en varias ocasiones; el 14 de agosto de 2019, publiqué lo siguiente: “Creo que Alito hará un buen trabajo. Que se refieran a él como Amlito, es el precio que deberá pagar por aplicar la estrategia taimada que el PRI debe hacer frente a AMLO.
Una estrategia que le permitirá sobrevivir en primera instancia, avanzar de la mano de Morena cuando se haga necesario, a veces a contrapelo de su voluntad, y ser la alternativa de confianza por si las cosas se le complican mucho a AMLO y se ven forzados a entregar el poder”.
Les recuerdo el significado de taimado: Bellaco, astuto, disimulado y pronto en advertirlo todo.
¿Qué ha advertido Alito, que lo hizo confrontarse con AMLO? En mi opinión se ha dado cuenta de algo que advertimos desde el 30 de noviembre del 2021: AMLO es hombre muerto caminando. En consecuencia, es tiempo de correr riesgos, y a pesar de todos los cuestionamientos válidos que le puedan hacer a Alito, hoy por hoy, su discurso opositor es el más potente y los ataques que recibe en lo personal potencian aún más su discurso.
Adicionalmente, es claro que el endurecimiento de pierna de Alito algo tiene que ver con sus recientes entrevistas con Ken Salazar (ya dame la visa cabrón, que quiero ir a ver a los Yankees), y John Kerry, urgidos de aliados para preservar sus intereses frente a las locuras de AMLO. Por supuesto que muchos trasnochados que pretenden comprender el fenómeno político a través de las encuestas, que dicen que AMLO es muy popular, no perciben el desgaste que para AMLO representa el fracaso monumental de su gestión de gobierno, y que algunos temas lo perseguirán hasta después de su muerte.
Entonces compañeros, sea que lo entiendan o no, que eso a mí me viene valiendo madre, el rol de Alito en la oposición le dará muchos dolores de cabeza a AMLO.
En conclusión: Alito se convierte en otra hormiga entre las nalgas para la 4T, donde ya tiene bien instaladas a otras hormigas, que parecen tarántulas, que responden a los nombres de Ricardo Monreal y Porfirio Muñoz Ledo, y en proceso de colocarse entre esos dos hemisferios glúteos, ya se perfilan Marcelo Ebrard y Cuauhtémoc Cárdenas.
Por lo pronto, esperemos qué nos dice el próximo lunes La Muchacha.
Libertad, igualdad, fraternidad y racionalidad.