AMLO: depredador de presupuestos para mantenimiento.

Siempre trato de escribir con ánimo sereno, divertido incluso podríamos decir. A un año del colapso de la línea 12 del Metro de la Ciudad de México, y a dos días de habernos salvado, providencialmente, del choque entre dos aviones, cuya explosión habría podido alcanzar a otros, en el aeropuerto Benito Juárez de la capital, mi estado de ánimo inevitablemente está alterado, por no decir que estoy muy encabronado.

Cuando ocurre una desgracia, y el responsable de evitarla fue advertido con mucha oportunidad, como en este caso de la línea 12, que de acuerdo con la empresa noruega DNV, se apreciaba a nivel de calle, a simple vista, que requería atención, estamos hablando de negligencia criminal.


El espeluznante conato de accidente aéreo de hace dos días, del cual se tienen evidencias porque se tomaron videos, puede ser preludio de una tragedia de dimensiones inimaginables, como aquel incendio ocurrido la madrugada del sábado 9 de enero del 21, en las instalaciones de la Subestación del Sistema de Transporte Colectivo (STC) Metro, que inhabilitó las líneas 1, 2, 3, 4, 5 y 6, fue preludio del colapso de la línea 12 ocurrido cuatro meses después.


Se supo desde entonces, que el incendio fue consecuencia de las restricciones presupuestales, mandatadas por AMLO, al renglón de mantenimiento preventivo, uno de los aspectos favoritos de AMLO, que no tiene llenadera.


Desde el 12 de enero de aquel año, tres días después del incendio y cuatro meses antes del derrumbe de la línea 12, advertí sobre el peligro que estas prácticas temerarias de AMLO representaban. Recordemos:

 


Borrego dixit
La lucha por el poder, opus 82
12-1-2021

Mantenimiento Preventivo, ¿concepto neoliberal?

Mi abuelo materno, Don Epifanio Alvarado, emigró del norte de NL al sur de Texas, y dedicó toda su vida, en Peñitas Texas, al cuidado de dos enormes bombas hidráulicas que brindaban el servicio de agua a esa parte del mágico valle de Texas.

Mientras una bomba operaba a la otra se le daba mantenimiento, para de ese modo brindar siempre el servicio. Una forma ciertamente onerosa, tener dos bombas, pero claramente efectiva.

El desarrollo de la ciencia y la técnica permitió esquemas más económicos de previsión. El estudio de los tiempos de falla permitió que se derivaran modelos probabilísticos, como la distribución de Weibull, que permite los modernos esquemas de mantenimiento preventivo, cuyo principio básico es reemplazar piezas antes de que dejen de funcionar, pero aprovechándolas al máximo. De ese modo se logra el mínimo costo global, sobre todo en situaciones donde resulta muy elevado el costo de dejar de operar, como en el suministro de agua o el funcionamiento del Metro.

Lo anterior viene a cuento, claro, por el problema que tenemos en el Metro de la Ciudad de México, que claramente ha sido por desatender el mantenimiento, al dejar ese renglón sin el debido presupuesto y sin encargado directo. Se sabe además que tal restricción fue parte de las políticas de austeridad del gobierno federal, léase AMLO.

No extraña lo anterior. Recuerdo, en tiempos de AMLO como jefe de gobierno y Javier González (Latimba, para los amigos, un brillante doctor en matemáticas egresado de la UANL y militante de la izquierda) Director del Metro, que se incrementó la tarifa para atender las impostergables tareas de mantenimiento. Cuando llegó el dinero, AMLO le pidió a Javier que le notificara que no eran tan necesarias las tareas de mantenimiento y que le pasara el dinero (AMLO siempre necesita dinero), Latimba no estuvo de acuerdo y le renunció.

Quizá el concepto de Mantenimiento Preventivo sea neoliberal y conducirnos a la Buena de Dios sea más revolucionario, pero las consecuencias están hoy a la vista.

Decía Don Nicolás Maquiavelo, que lo que todo Príncipe prudente debe hacer es anticiparse a los problemas. Por ello la previsión de riesgos es fundamental. Cada vez tenemos más príncipe, pero menos prudencia.

 

Hasta aquí lo advertido entonces, advertencias que en este gobierno nunca son tomadas en cuenta, y cuatro meses después colapsó la línea 12 del Metro, cobrando la vida de 26 mexicanos, y dejando secuelas en decenas de heridos.

Hoy de nuevo dejamos constancia, advertimos una vez más, que si no se atiende la voz de los expertos, y se sigue con la absurda idea de que pendejos con 90% de honestidad y lealtad a AMLO sacarán adelante las cosas, se estará gestando una tragedia nacional descomunal, porque podrían colisionar aviones en las inmediaciones del aeropuerto, y al margen del juicio popular, los únicos responsables serán AMLO y sus medrosos colaboradores, que no se atreven a cuestionarle sus locuras.

AMLO se ahorra en mantenimiento, generando zonas de alto riesgo, que en cualquier descuido de Dios se podrán traducir en un pandemónium.

¿Será un honor morir por las pendejadas de Obrador?

Libertad, igualdad, fraternidad y racionalidad.