Y si Colosio andaba medio pedo, ¿a quién le importa?
Ayer se hizo viral un video, en el que aparentemente Luis Donaldo Colosio Riojas andaba medio pedillo, y las críticas no se dejaron esperar, como si ingerir alcohol, en alguna de sus múltiples y deliciosas opciones, fuera delito o pecado.
Los ilusos de la política han aprovechado el incidente para tratar de descalificarlo como opción para la presidencia el 2024.
Ya veremos mañana qué nos dice la Muchacha, pero no descartemos que este incidente, en lugar de deteriorar la imagen de Colosio, la fortalezca, así como es común que AMLO incremente su popularidad después de sus locuras.
Colosio y AMLO tienen en común que sus fuerzas están fincadas en la emotividad; con la diferencia de que las emociones que impulsan a AMLO son el resentimiento y el odio; y las emociones que impulsan a Colosio son la conmiseración y el perdón.
Colosio, sin hacer nada, ya trae agarrados a Claudia y a Marcelo de los pelos del occipucio inferior; si lo siguen agrediendo, inevitablemente tendrá que seguir respondiendo y eso equivaldrá a que se meta de lleno en la carrera presidencial.
Mañana mediremos de nuevo y podremos saber, en base a la opinión suprema de la Muchacha, sí los ataques a Colosio lo debilitaron, lo fortalecieron o todo lo contrario, como diría Luis Echeverría.
Por lo pronto, compañeros, como hoy es domingo, es mi cumpleaños, ya casi son las doce del mediodía, y aparte, emulando a Jesús, convertiré en vino unas cubetas de agua, me dispongo a agarrar un pedito equivalente al de las bodas de Caná.
Pinche Colosio, no te conozco, pero: ¡salud!
Libertad, igualdad, fraternidad y racionalidad.