La pregunta de AMLO estaba mal formulada, pero los ministros lograron empeorarla.

 

Interesante el tema de inconstitucionalidad de la pregunta que AMLO formuló para llevar a juicio a los expresidentes. Hay quienes piensan que la Suprema pasó a ser Ínfima, y hay algunos, como Enrique Quintana, que piensan que fue una genialidad de los ministros, en especial del ministro presidente Saldívar.

 

Ese tema habrá de seguir y lo veremos con atención de lego. Pero el tema que sí cae en mi cancha, es el de la redacción de la pregunta, porque es para que la gente común la responda, justo como en las encuestas, donde la prioridad no es la corrección del lenguaje, sino la comprensión cabal de la mayor cantidad de entrevistados o respondientes; razón por la cual las preguntas deben ser directas y con palabras sencillas aunque no sean elegantes.

 

Los ministros se cuidaron del juicio de sus colegas abogados, y se echaron en brazos del fárrago, redactando algo incomprensible para el ciudadano común.

 

Pero lo peor es que la pregunta es superflua. La única respuesta sensata es la afirmativa. Es como preguntar si quieren estar sanos o enfermos; bonitos o feos; ricos o pobres. No faltará un loco que quiera estar enfermo, feo o pobre, pero la inmensa mayoría optará por las otras respuestas.

 

En resumen, compañeros, vamos a tirar el dinero con esa consulta. Lo bueno es que solo serán como ocho mil millones de pesos, que andábamos afanosamente buscando dónde tirar.