De la polarización a la irracionalidad y de la irracionalidad a la deshumanización.

 

El Dr. Hugo López Gatell, está dejando para la historia un rosario de frases desafortunadas, pero la de hoy rebasa, con mucho, la insensatez de las anteriores: asociar el drama de las familias con niños con cáncer a un proyecto golpista, teniendo como interlocutores a los Moneros orgánicos, que lejos de sorprenderse de la aberración expresada la secundaron, nos asoma al grave riesgo que como sociedad corremos, de enfrentarnos unos a otros en el tipo de lucha más lamentable, que es justo la fratricida.

 

Bien decía Juan Luis Vives, aquel humanista del siglo XVI: “No hay espejo que mejor refleje la imagen del hombre que sus palabras”.

 

No conmoverse por un niño con cáncer, del drama de sus padres que cargan con el propio sufrimiento extremo de ver padecer y morir a sus hijos, y que en lugar de estar a su lado para al menos expresarle su amor, tengan que andar en protestas y reuniones con funcionarios, porque no tienen más alternativa, nos deja ver con una claridad meridiana la calidad humana tanto de López Gatell como de los Moneros amigos de AMLO. Y quizá de una buena parte de la 4T.

 

Este día representa un grave retroceso. El discurso polarizante ha movido a un sector social de la irracionalidad a la pérdida de conmiseración por los que sufren. Lo peor está por venir.

 

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