La Muchacha, medio decepcionada, piensa en el que fue y en el que podría ser.

 

Ayer me asomé al corazoncito de La Muchacha. Ella es muy moderna, no le gusta comprometerse por más de seis años. Cuando algunos galanes han pretendido permanecer a su lado por más tiempo, les ha ido de la chingada.

 

A veces se equivoca, como en el 2000 y en el 2018 cuando, alterada emocionalmente, decidió irse con los primeros que se le atravesaron.

 

Hoy, para cubrir las apariencias, muestra una aprobación elevada (67%) para su galán de turno (AMLO), y él y sus amigos presumen del gran amor que, supuestamente, le prodiga La Muchacha, aunque ya hemos podido apreciar, como cuando la Consulta Ciudadana, que lo quiere, pero no le cumple.

 

Para mejor entender las cosas y explicarnos esos aparentes contrasentidos, hay otras formas más agudas de asomarse al corazón de La Muchacha, como por ejemplo que nos diga quién es el mejor de todos sus galanes, o quién es el peor. Otra también es saber si ya está pensando en quién será su próximo galán.

 

Pues bien, esta semana el galán de turno se ha visto muy mal; despotricó una vez más contra el poder judicial, contra los medios de comunicación (uno de ellos, Reforma, lo ridiculizó usando su imagen como propaganda), los clasemedieros, etc. Además de hacer el ridículo poniendo la canción “los caminos de la vida” en su mañanera, que es catártica para los jodidos, no para los hombres de poder, a no ser que se le haya caído el subconsciente y en verdad se sienta muy jodido.

 

Pues bien, la noche del lunes, escudriñando más a fondo en el corazoncito de La Muchacha, nos encontramos tres joyas que ahora les comparto en sendas gráficas; en la primera, nos indica que como mejor político AMLO bajó significativamente (advertencia negativa), en la segunda, nos dice que el que más le gusta como el siguiente galán es Marcelo Ebrard, y no Claudia Sheinbaum, la favorita de AMLO, y lo más revelador es la tercera, que nos dice que EPN alcanza un valor mínimo récord (el más bajo en por lo menos dos años) como el peor político.

 

O sea, el galán de turno ya decepciona a La Muchacha (cae de su gracia como el mejor político); ya está pensando mucho, ilusionadamente, en el que sigue, y está cayendo en la cuenta de que Enrique, su ex, no era tan malo.

 

Así las cosas, compañeros, el que tenga oídos que oiga y el que tenga ojos que vea, y los que no, que sigan en la pendeja.

 

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